Y el sol no abandonó a San Marcos

Cuando el buen tiempo decide hacer acto de presencia en el día grande de San Marcos, ya no hay excusas que valgan para no echarse a la calle el último domingo de abril en El Ejido. Ni rastro de la tan temida siempre lluvia por estas fechas, ni tampoco del viento, por lo que la romería-procesión en honor al patrón de los animales y las bestias discurrió como se merece por las principales calles de El Ejido en la jornada de ayer.

Desde bien temprano, los ejidenses más madrugadores no quisieron faltar a su tradicional cita con las rosquillas de San Marcos, junto al Colegio Divina Infantita y la Parroquia de San Isidro Labrador. Sin duda, se trata de una de las costumbres más arraigadas entre los vecinos de este municipio del Poniente almeriense, y un año más, pudieron adquirir estos deliciosos productos, de los que se presume que traen con ellos la suerte para el resto del año.

A las diez y media de la mañana, desde la Iglesia de San Isidro, autoridades, fieles y vecinos abarrotaron el templo para asistir a la tradicional misa en honor a San Marcos, y como ya es habitual, sobre las doce menos cuarto del mediodía, el patrón de las bestias salió al encuentro con su pueblo en romería.

Si bien en algunos momentos de la mañana el sol pareció esconderse para dar aparición a alguna que otra nube, al cabo de un rato volvía a aparecer con más fuerza para provocar un calor en ocasiones algo molesto, pero que acompañó a la imagen de San Marcos por la carrera de San Isidro y el Bulevar, para volver a la Parroquia casi a las dos de la tarde. Más de un centenar de caballos y decenas de carrozas no faltaron tampoco a esta gran romería ejidense, y como no podía ser de otra manera, las reivindicaciones tampoco lo hicieron. De hecho, una de las carrozas participantes sirvió para exigir unos precios justos para el campo y la defensa de las hortalizas de la tierra y el trabajo del agricultor. La fiesta se prolongó en El Ejido hasta bien entrada la madrugada.