El cabaret se saborea sobre el escenario del Auditorio de El Ejido

El cabaret se saborea sobre el escenario del Auditorio de El Ejido
  • Degustar unas gambas templadas con aceite de hongos, disfrutar de una sopa de melón con toques de kirsch, remolacha y mojama, y saborear cada bocado de un bacalao con ciruelas y tomate confitado, o de una presa de cerdo ibérico en adobo ligero de miel, couscous y menta. Si a este sueño para los sentidos se le añade música en directo, color, luces, diversión, alegría, humor, danza y espectáculo de la mano de la compañía Laví e Bel y su 'Cabaret Popescu' sobre el mismísimo escenario del Auditorio de El Ejido, el resultado solo podía ser el del éxito asegurado.

Porque contando para ello con el arte culinario del chef José Álvarez y todo su equipo del Restaurante La Costa, que cuenta con una Estrella Michelín, más de 400 personas han podido disfrutar durante la noche del viernes y el sábado y en el marco del XXXVI Festival de Teatro de El Ejido, de toda una experiencia inevitablemente diferente a cualquier tradicional velada.

Y es que ese es el objetivo que persigue este espectáculo de Laví e Bel que ha sido nominado a los Premios Max 2013 en dos categorías, al mejor espectáculo de teatro musical y mejor director musical, por el trabajo de Emilio Goyanes, que convierte directamente a los espectadores no solo en comensales de una cela de gala sino en protagonistas de un ambiente que aunque traslada a la esencia del cabaret, consigue a su vez darle una vuelta de tuerca al show y desconcertar por momentos al público asistente que no puede hacer otra cosa que dejarse llevar por el devenir de lo que acontece.

Y vaya si lo hacen. Porque desde los clásicos temas de Renato Carosone hasta la copla y el flamenco, pasando por la danza sensual o exótica, y los 'sketchs' de humor que se intercalan en todo momento, se provoca en los espectadores distintas emociones y reacciones durante las casi cuatro horas que dura el espectáculo. Porque desde su llegada al Auditorio, los actores acompañan a sus mesas a los asistentes, y les hablan y piropean como si de toda la vida se tratasen. Tras acomodarlos y bromear con ellos, se prestan para hacerse fotografías de recuerdo, y hasta sirven y recogen los platos de la cena.

Ya con piña, coco y rosas, migas dulces con queso, zanahoria y naranja y selectas 'chuches', el show deja lugar durante el reposo a que se vuelva ahora sí algo más vertiginoso, tanto que cuando 'Cabaret Popescu' llega al momento de su despedida, los asistentes se quedan con ganas de más espectáculo y de seguir viviendo una noche tan cálida como la que estaban disfrutando.

Si a todos estos ingredientes se les mezcla además el sorteo de entradas para el teatro o una cena en homenaje a la edición del festival de este año a través de La Costa y su 'Teatro comestible' lo cierto es que los alicientes se van intercalando y dando lugar a todo un descubrimiento sobre el arte del teatro y la gastronomía. Y encima, sobre el escenario de un teatro auditorio.