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Noche de risas con la obra 'El Asesino de la Regañá' en El Ejido

Noche de risas con la obra 'El Asesino de la Regañá' en El Ejido

El Teatro Municipal se llenó casi al completo para disfrutar de una desternillante comedia de aires sevillanos

Inmaculada Acién

El Ejido

Sábado, 25 de mayo 2019, 18:41

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El Teatro Municipal acogió el jueves por la noche la primera de las obras del Festival de Teatro de El Ejido que durante estas semanas acogerá sobre sus tablas. Con un auditorio prácticamente al completo, el público era consciente de que se enfrentaba a un comedia con la que acabar la jornada con una risa.

Pero la realidad de la noche superó las expectativas. Tirar de tópicos es algo que puede parecer ya muy usado, pero en esta obra funcionó y muy bien, llevándolos hasta el límite ya del esperpento, pero arte y gracia a raudales.

'El Asesino de la Regañá' narra una historia de crímenes en Sevilla. Un asesino en serie tiene en jaque a la ciudad. Un misterioso criminal que asegura matar para preservar la pureza sevillana, dispuesto a acabar con 'los modernos'. Burlando una y otra vez la investigación policial, este misterioso asesino llega a cometer hasta siete asesinatos, firmados todos con el inconfundible sello de su peculiar arma homicida, como es una afilada cuña de regañá.

La regañá es una especie de torta dura y muy fina de pan, típica de Sevilla y originaria de Alcalá de Guadaíra.

El inspector Villanueva, al que dio Vida Moncho Sánchez-Biedma, lleva semanas tras la pista del asesino, pero es incapaz de dar con él. Cuando ya se ha dado por vencido y decide abandonar Sevilla para volver a su Madrid, sin el objetivo de detener al asesino y diciendo adiós al ascenso prometido, se encuentra envuelto en una situación de alerta máxima.

El asesino de la regañá ha puesto una bomba que estallará en menos de 24 horas en algún lugar de Sevilla. Todo ello en uno de los días más importantes para los sevillanos.La bomba estallará en Jueves Santo y en mitad de la celebración de 'La Madrugá' con miles y miles de personas en las calles.

Junto a Villanueva está el agente Jiménez, personaje al que da vida Manuel Monteagudo, sevillano de pura cepa, apasionado de la Semana Santa y de su Cristo del Gran Poder, del que es costalero. Un verdadero capillita que, en el que será el último año que pueda cargar el trono, parece que se verá privado de ello por tener que resolver una amenaza de bomba y evitar una masacre. Sin embargo, él no está dispuesto a dejar de sacar su trono.

La obra está plagada de momentos hilarantes, de comentarios, gestos y situaciones que arrancaron de la manera más natural las risas y aplausos del público. Algo más de una hora que a muchos se les pasó en un abrir y cerrar de ojos.

Desde que reciben el mensaje de que una bomba amenazaSevilla, inspector y agente tratan de repasar cada uno de los siete crímenes que hasta el momento se han producido: un miembro del movimiento okupa asesinado en la Basílica de la Macarena con la carótida cortada con una regañá, un afamado chef con una regañá clavada en el ojo, un antitaurino en la Maestranza, una arquitecta, un brasileño ahogado en un tanque de 30.000 litros de Cruzcampo o un prometedor diseñador.

El ritmo de la obra se mantiene alto, sin llegar a decaer en ningún momento, no solo por los toques de humor que se suceden, sino también porque el espectáculo baja del escenario hasta el patio de butacas en diversos momentos, entre ellos en un final en el que al espectador le aguardan incluso algunos sustos antes de conocer la cara del asesino que se esconde bajo el capirote de Semana Santa y de saber si Villanueva y Jiménez serán capaces de encontrar y desconectar la bomba antes de que explote, ante una ciudad la de Sevilla que se niega a perderse su 'Madrugá' y que se tira en tromba a la calle.

Cabe destacar también la actuación de Paqui Montoya y de José María Peña que completaron un gran elenco.

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