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Cuando las calles comenzaban a cobrar vida en El Ejido, este viernes, a las seis y media de la madrugada, algunos vecinos ya habían dado la voz de alarma a las autoridades policiales tras escuchar un estruendoso sonido de lo que parecían disparos de bala. No tardó en confirmarse lo ocurrido: dos fallecidos por un tiroteo en la calle Francisco Ayala, en el barrio de la Loma de la Mezquita.
Dos hombres muertos, uno de ellos menor de edad, por los impactos de bala. El crimen se habría perpetrado con una pistola de calibre corto de nueve milímetros, y el móvil de este luctuoso escenario habría estado motivado por un triángulo amoroso. El adolescente, de 17 años, habría perdido la vida víctima de los tres impactos que su asesino le habría dado en la zona del costado, mientras intentaba escapar en un taxi. El autor, y posteriormente suicida, se habría quitado la vida al comprobar, presuntamente, quién era el joven al que había asesinado y a qué familia pertenecía.
Todo comenzó, según ha podido saber IDEAL, porque el presunto autor del crimen, residente en La Aldeílla y de etnia gitana, sospechaba que su pareja, de origen magrebí, estaría manteniendo una relación sentimental con otra persona. Lo que se desconoce hasta el momento, porque se está investigando por parte de la Policía Nacional, es si el varón de unos treinta años continuaba con esta o, tras romper su relación, se negaba a rehacer su vida y continuaba obsesionado con la mujer.
El menor de edad, vecino de Matagorda y también de etnia gitana, habría pasado la noche con la mujer en el domicilio de esta, ubicado en la calle Francisco Ayala en el barrio de La Loma de la Mezquita. Al enterarse que ambos habían pasado la noche juntos en el domicilio de la mujer, se trasladó hacia este punto de la localidad con la intención de acabar con su vida con el arma homicida.
Por el momento se desconoce si hubo una disputa entre los dos varones, ya fallecidos, y la mujer en el domicilio. Lo que sí se ha esclarecido es que el menor trató de huir subiéndose a un taxi cuando fue interceptado por su presunto asesino y recibió los impactos de bala que resonaron en la zona, llamando la atención de los vecinos del entorno.
Los tres disparos provocaron que la víctima de 17 años tuviera daños irreversibles aunque el taxista hizo todo lo posible por salvarle llevándole al Hospital Universitario de Poniente, una vez allí, los sanitarios no han podido hacer nada por recuperarlo, dado que falleció al llegar al centro.
El taxista que presenció la escena del crimen la madrugada de este viernes, en la calle Francisco Ayala de El Ejido, ha preferido no prestar declaraciones a IDEAL y mantener el anonimato. El conductor del vehículo, impactado por cómo sucedió todo, se encargó de trasladar al menor de edad hasta Urgencias en el Hospital de Poniente para que fuera atendido por los profesionales sanitarios que, por otra parte, no pudieron hacer nada por salvar la vida del joven debido a la gravedad de los impactos de bala que presentaba en la zona del costado. Alrededor de las 6.30 horas de la madrugada, el menor estaba cogiendo el taxi para huir de la escena donde fue disparado por el presunto autor de su muerte. Es por esto que el taxista prefiere no hacer ninguna declaración pública sobre el momento de tensión que vivió y pasar página lo más pronto posible, ha trasladado a IDEAL el presidente del gremio de profesionales en la comarca, tras el luctuoso crimen que ha azotado a la barriada de la Loma de la Mezquita.
Posteriormente, en la calle Francisco Ayala, los agentes de la Policía Nacional descubrieron al varón y autor de los disparos, sin vida. Las primeras pesquisas apuntan a que se habría suicidado con el mismo arma que provocó la muerte del menor. No obstante, se espera que la autopsia de ambos cadáveres y la toma de declaraciones de la mujer y los testigos confirmen la hipótesis que manejan desde la Comisaría de El Ejido. Aun así, trabajan en otras líneas de investigación.
No se descarta ninguna vía
Horas después, en la barriada no se ha hablado de otra cosa tras el tiroteo. Los vecinos y alertantes han tratado de volver a la normalidad; sin embargo, uno de los residentes de la zona negó haber escuchado los disparos: «Pensaba que se debía a otra cosa, pero al escuchar las sirenas he hilado lo que ha ocurrido, menuda desgracia», ha trasladado a este periódico.
En torno a las diez de la mañana, un operario de la limpieza del Ayuntamiento de El Ejido se encargaba de retirar con productos de limpieza los restos de sangre que manchaban la acera donde se habrían producido los disparos al menor de edad y, posteriormente, el suicidio del presunto autor de los balazos. Durante la jornada, varias patrullas policiales custodiaron la zona evitando posibles conflictos y, además, los agentes encargados de la investigación hicieron una toma de huellas que ayudará a esclarecer los hechos.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, adelantó esta mañana que no se descarta ninguna vía y la existencia de otros implicados. «Están investigándose las razones, los motivos que pueda haber de fondo para ver por qué razón se ha producido este asesinato: por un lado, homicidio como mínimo; y, por otro lado, el suicidio», especificó Fernández sobre el trágico suceso, que apuntaría a un posible crimen pasional.
Alto despliegue policial en el barrio de la Loma de la Mezquita tras el tiroteo acontecido este viernes de madrugada. La Policía Nacional y la Guardia Civil han activado refuerzos de vigilancia y prevención ante los «posibles incidentes» que puedan surgir. Durante la jornada de hoy, el subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín ha reiterado que no se había producido ninguna detención.
En la zona del crimen se había incautado el vehículo de uno de los fallecidos como prueba para la investigación. «Vamos a continuar con la investigación y evitar cualquier otra circunstancia relacionada con este evento que pueda tener algunos efectos negativos en la localidad», valoró Martín sobre la posibilidad de que hubiera consecuencias negativas en la zona, que se encuentra custodiada por los agentes policiales en un amplio dispositivo de seguridad.
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