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César Lucendo y Paula Prendes, actores de Estado de Alarma
«Será nuestra tercera función, va a ser casi como un estreno en El Ejido»Inmaculada Acién
El Ejido
Sábado, 28 de octubre 2023
El auditorio de El Ejido acogerá el próximo 4 de noviembre una divertida y disparatada comedia romántica como es 'Estado de Alarma', protagonizada por los actores César Lucendo, que regresa un año después a El Ejido, y de Paula Prendes, que se convierten en dos desconocidos que se ven obligados a convivir juntos porque se decreta el estado de alarma por la pandemia de la covid-19.
–¿Cómo surge esta obra?
–César Lucendo (C.L.): Estado de Alarma es mi primera comedia como dramaturgo y es una comedia que me puse a escribir después de la pandemia. Pero yo no quería una historia donde la pandemia fuera la protagonista, la pandemia es la excusa. Es la historia de dos desconocidos que pasan el confinamiento juntos, con circunstancias distintas, totalmente opuestos el uno del otro. Una comedia divertidísima, donde vamos a recordar todo lo que es el tema del papel higiénico, los perros de peluche para salir a la calle, los TikTok, los retos, los aplausos, o sea, todas estas cosas que todos vivimos.
–César, usted da vida a Fede que es un policía de baja por depresión.
–C. L.: Sí, es un policía nacional que está de baja por depresión. De hecho, la escenografía, cuando la veáis, está llena de pintadas. El tío está loco. Lleva dos años encerrado en la casa sin salir, a base de pastillas y alcohol, y todo lleno de grafitis con las bondades que le dedica a su exmujer como 'Me has jodido la vida', que es lo más light que puedes leer. Entonces, la madre de Fede decide poner la casa en venta. Cuando aparece Julia a verla, no se corresponde para nada la casa con las fotografías, monta un escándalo y se marcha dando un portazo. Pero en ese momento llama a Fede su madre diciéndole que se ha declarado el Estado de Alarma y que no se puede salir de casa. Llaman a la puerta y es Julia que tiene que quedarse allí a vivir porque los militares que hay ya en la puerta, no la dejan salir.
–Paula, ¿cómo es su personaje?
–Paula Prendes (P. P.): Julia es una abogada que reside en Londres y que vuelve por trabajo y se encuentra con esta situación. Imagínate, una mujer bastante cool, empoderada e independiente, que se quiere instalar en Madrid y se encuentra una casa espantosa y dentro a una persona que está deprimida. Y se tiene que quedar ahí encerrada 99 días.
–Personajes opuestos.
–C.S.: Son dos personajes que están a las antípodas. Fede es depresivo, con cero seguridad en sí mismo, hecho polvo, empastillado y Julia es un volcán, un terremoto, que está como una puñetera cabra, con una energía brutal.
–¿Les ha pasado encontrarse con personas que han vivido una situación similar a la que cuentan sobre el escenario?
–P. P.: A raíz de esta obra, ya hay dos personas que me han dicho que les ha pasado de esta situación de verse obligada a pasar la pandemia con alguien que no conocen mucho. Y sin embargo, ahora, unos están casados, otros se van a casar. La realidad siempre supera a la ficción, es muy fuerte.
–César, vaya cambio de papel de la última vez que lo vimos aquí en los escenarios, donde interpretaba a un mujeriego en 'Hongos'.
–C. L.: Sí, el personaje que interpretaba era un vividor. Siempre me han dado los mismos personajes, de vividor, de golfo, de sinvergüenza... Me lo voy a hacer mirar (entre risas). Este personaje es todo lo contrario, es un buenazo, como se suele decir: que de bueno, tonto. Pero me lo paso muy bien, es muy divertido.
–¿Hace el suficiente tiempo de la pandemia como para poder hacer con ella de fondo una comedia?
–P. P.: Yo creo que sí. Es lo que decía Woody Allen: Drama más tiempo es igual a comedia. Yo creo que casi toda nuestra vida es susceptible de comedia. Cuando leí la obra, me gustó mucho el texto. De repente reviví aquellas cosas de la pandemia, de las vídeo llamadas, del papel higiénico, de estar aburrido en casa pasando las horas, de los aplausos a los sanitarios, de ir a la compra como si fueras un astronauta...
–¿Cómo han sido los primeros pases de Estado de Alarma?
–C. L.: Ha funcionado muy bien.
–P. P.: La verdad es que muy bien. Parece que gusta, la gente se ríe mucho. Estamos muy contentos y tenemos buenas sensaciones.
–En cualquier actuación imagino que tener feeling con el actor o actriz con la que tiene que interpretar es fundamental, pero ¿en comedia, más?
– P. P.; Sí, claro, eso es un viaje a ninguna parte que emprendes cuando empiezas. En mi caso, la verdad es que he tenido bastante suerte hasta ahora y las personas con las que he trabajado, en mayor o menor medida, he tenido muy buen rollo. Y cuando conocí a César, cuando empezamos a ensayar esta obra, le dije, tú sabes que tú y yo estamos abocados a ser mejores amigos durante un tiempo, porque claro, haces muchísimas horas con esa persona y además te conoces a unos niveles más íntimos. Y se reía, y es verdad, es importante que te fusiones con la otra persona y más cuando estás haciendo estas cosas que son tan pequeñitas, que estás de tú a tú.
–César, escribe, produce, dirige, coprotagoniza esta obra... Ya le falta ponerse en la taquilla.
–C. L.: Yo siempre digo lo mismo cuando empiezan las funciones: soy director, actor, productor y protagonista de este montaje, si alguien ha pasado al baño y lo ha visto limpio, también he sido yo (entre risas). A día de hoy, el teatro está para esto, el teatro está para hacer producciones de los personajes, a poder ser que el texto sea propio, porque también tienes la libertad de poder crear, modificar y cambiar.
–¿Y cuál es la parte con la que más disfruta?
–C. L.: Todo tiene su historia. Escribir me gusta mucho, No solo escribo teatro, escribo documental guiado, serie de televisión y acabo de terminar un largometraje también. El momento de sentarme por la noche, con un vino, abrir el portátil, y ese momento, de página en blanco, vamos a empezar a escribir, me apasion. Cuando vas viendo que las cosas van tomando sentido, y que van funcionando, es maravilloso. La dirección me gusta mucho y el tema de actuar, es que lo llevo haciendo desde que tenía ocho años. Para mí, subirme a un escenario, no supone ningún tipo de nerviosismo, ni ningún tipo de miedo, sí el respeto, porque hay que tener siempre ese respeto al público, pero es un hábitat donde me siento muy cómodo.
–¿Qué le dirían al público para animarlos a acudir al teatro?
–C. L.:Será nuestra tercera función, por lo que va a ser casi como un estreno en El Ejido y estamos convencidos de que esta obra va a ser un bombazo. No les vamos a defraudar y van a salir con una gran sonrisa, que es lo importante y que en estos tiempos nos hace mucha falta.
–P. P.: En enero vamos a entrar en Madrid ya con temporada estable. Fíjate la suerte que tiene la gente de Almería que sin comerse los 500 kilómetros a Madrid va a poder disfrutar de un espectáculo digno de la capital, que es lo que se está viendo aquí. Y además, se van a reír muchísimo, que esto siempre es muy terapéutico y se van a sentir muy identificados con el tema de la pandemia y quizás la puedan mirar con otros ojos. Nosotros estamos con toda la energía del mundo y creo que se lo van a pasar muy bien.
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