Saltan las alarmas en Balerma ante la posibilidad de perder la primera línea de casas del Paseo Marítimo

El Club Náutico de Balerma hacía saltar las alarmas ayer al exigir a Costas que defienda «el dominio público con obras, no quitándonos propiedades», según manifestaba su presidente, Francisco Díaz.

Y es que el borrador de la Estrategia para la Protección de la Costa en las provincias de Cádiz, Málaga y Almería, que está elaborando el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, propone como medidas necesarias en el tramo comprendido entre Balanegra y la Rambla del Loco, actuaciones que la Mesa de Trabajo para la Defensa y Estabilización de las playas de Balerma califican de inaceptable y arbitrario.

Entre ellas, la más importante tiene que ver con el dominio público-terrestre.

Y es que el documento recoge como medida necesaria la revisión del deslinde del dominio público-terrestre en el tramo de las Cuevecillas a la rambla del Loco y que, por tanto, afectaría a todo el Paseo Marítimo de este núcleo. Junto a este punto también figuran en rojo en el documento la identificación de ocupaciones, revisión de títulos de propiedad y recolocación y retirada.

Actualmente la línea de dominio público-terrestre se encuentra justo a los pies de la fachada de las viviendas que ocupan la primera línea del Paseo Marítimo. De revisarse y ampliarse la línea, ya incluiría esas viviendas, cuya propiedad pasaría de sus actuales dueños a Costas.

Además, seis metros alrededor del dominio público-terrestre se establece zona de servidumbre, lo que implica que pese a que la propiedad sigue siendo privada, tiene ciertas limitaciones.

Frente a ello, desde el Club Náutico de Balerma se presentaron alegaciones al documento en los últimos días de mayo, así como propuestas.

«Hemos pedido que esa opción se descarte totalmente y el deslinde se mantenga en las condiciones actuales, los balermeros hemos visto en el último siglo perder dos filas de viviendas y Costas tiene que defender el dominio público con obras».

Por otra parte, Díaz también defendió que la playa de Balerma «tiene la misma orientación y la misma dinámica que la de nuestro pueblo vecino, y se ha demostrado que allí la playa se ha estabilizado e incluso ha crecido, por lo tanto pedimos en estas alegaciones que se siga con la instalación de esas estructuras para defender la costa de Balerma, ya sean espigones o barreras paralelas, pero Costas tiene que actuar con obras y dejar de dar vueltas».

Las alegaciones también recogen que la instalación de estructuras sea calificado como medida necesaria, ante el retroceso tan virulento que está sufriendo la línea de costa, especialmente en la zona poniente de Balerma, así como que se acompañe esa actuación de una aportación inicial de arena externa para evitar afecciones a playas adyacentes, planteando también la necesidad de planificar una intervención de forma unificada para el tramo de la Cuevecillas a la Rambla del Loco, y desde la desembocadura de la rambla hasta el espigón de la Piedra del Moro. En este punto, José Antonio Peña, portavoz de la Mesa de Trabajo constituida, calificaba esta medida como una cuestión de coherencia y sentido común.