Una relación tirante con constantes pisotones entre los socios

Juan José Bonilla (Vox) y Francisco Góngora (PP) llevan dos años conviviendo bajo el mismo techo. Pero la relación entre ambos no era ni de lejos parecida a la que pueden tener en San Telmo Juanma Moreno (PP) y Juan Marín (Cs). En la plaza Mayor ejidense, PP y Vox gobernaban en coalición, pero las decisiones se tomaban como ínsulas, como reinos de taifas. Así se daban casos como el del polémico sorteo del coche de estas navidades. Góngora, máxima autoridad del gobierno, llegó a enterarse de la problemática existente en una cartera en manos de sus socios advertido por la oposición y no por la regidora en la que él delegó las competencias.

En los 19 meses de gobierno compartido –está previsto que esta misma mañana Góngora firme los decretos de Alcaldía que suprimirán las competencias delegadas de los regidores bajo las siglas de Vox– la relación ha sido tensa, indiscreta y a veces incluso exasperante para un PP acostumbrado a gobernar la localidad en solitario y con mayoría absoluta.

Un ejemplo de la tensión indisimulada entre los socios ejidenses era apreciable en redes sociales hace solo 24 horas. Vox El Ejido advertía en su perfil de Facebook de un desencuentro en el nombramiento de un cargo de confianza del alcalde –que como tal, nombra el regidor, no sus socios–. Hace pocos días también había otro desencuentro por la designación como asesor en la Diputación Provincial de Almería del presidente de la Junta Local de Almerimar, Inocencio Gabriel Manzano.