La realidad virtual ayuda a la recuperación de las personas que han sufrido un ictus

María Sánchez sufrió hace tres años un ictus muy fuerte que le paralizó todo el lado izquierdo de su cuerpo. Un ictus que además le dejó secuelas a nivel cognitivo, a nivel visual, y una gran alteración sensorial que le causaba gran dolor. Un simple roce para ella era como darle con un martillo.

Incluso tuvieron que quitarle el hueso esfenoides por la gran inflamación.

Fueron muchos meses hospitazada y precisamente su terapia comenzó en el mismo hospital de Torrecárdenas, alternando la que le daban allí con la que recibía de los profesionales del Centro de Neuro-Rehabilitación Integral 'Neuralba', que se desplazaban para intensificar el trabajo y aprovechar mejor esos primeros meses que es cuando hay más plasticidad hay.

Un trabajo intenso y diario que a María Sánchez le ha permitido reducir el dolor que sentía, recuperar una parte de la visión y mover un poco la pierna.

Acude ahora al centro Neuralba todos los días a hacer terapia ocupacional, logopedia, fisioterapia y neuropsicologia. «Son muchas horas y a veces te hartas también, porque te agobia», confiesa María, pero las afronta con una sonrisa en la cara.

Durante todo este tiempo, Isaac Hernández, su marido, no ha dejado de informarse e investigar sobre nuevos tratamientos, diferentes metodologías que hay para trabajar el daño cerebral y que puedan ayudar en la recuperación de María Sánchez.

Donación del equipo

Fue así como leyendo un artículo descubrió los beneficios de la Realidad Virtual como complemento en la recuperación de pacientes que habían sufrido un ictus. Dicho y hecho. Isaac le pidió a Nazaret Fernández, responsable de Neuralba, que elaborara un proyecto de aplicación de la RV en pacientes postictus para entregarlo a uno de los proveedores de su empresa de suministros para pedirles la colaboración y donación del equipo para el centro.

Hace unos días, responsables de la empresa Labin acudían a Neuralba para entrega el equipo de Realidad Virtual e instalarlo.

Y es que como señala Fernández, la Realidad Virtual «es un complemento motivador, para evitar hacer todo el rato terapia convencional. Con algunos movimientos y actividades concretas es una forma de que lo haga en un ambiente más enriquecido y ahí está el componente de motivación que al final hace que haya más conexiones neuronales y activa las neuronas espejo».

Para ello, se tiene en cuenta qué hacía el paciente antes del ictus, hay que conocer sus preferencias, motivaciones y hobbies, y, a partir de ahí, por ejemplo «con personas a las que le gusta hacer escalada, se puede usar un programa de escalada y pedirle ciertos movimientos y actividades dentro de ese ambiente. Cosas que además sería imposible hacer en terapia convencional porque no puedes ir con el paciente a esos espacios reales», apunta Fernández.

No obstante, su uso no se centra solo en el movimiento. «A nivel cognitivo y neuropsicológico también puede ayudar, porque con los juegos también podemos trabajar la memoria», señala Virginia Rivas, profesional de Neuralba, quien añade que la Realidad Virtual «es algo novedoso pero todos los principios del aprendizaje motor los tiene la realidad virtual. Todo lo que hacemos en terapia convencional también está cuando hacemos los juegos, pero tienes ese plus de motivación».

La terapia en espejo en RV

En el caso concreto de María Sánchez, lo que se plantean sus terapeutas es usar la realidad virtual para desarrollar técnicas como la terapia en espejo.

Esta terapia se hace normalmente con una caja de madera que tiene un espejo en el exterior lateral. «Ella metería la mano izquierda, que es la que tiene afectada, dentro de la caja, para no verla y la mano derecha fuera», explica Rivas. Así, se trata de engañar al cerebro porque el paciente mira al espejo y parece que cuando mueve la derecha mueve también la izquierda. «Eso hace que se activen una serie de neuronas y hace que reduzca dolor, mejore la sensibilidad y, en etapas más aguadas, que recupere movimiento», incide esta terapeuta.

Con la Realidad Virtual «ella utilizaría el mando con la mano derecha y nosotras movemos el otro mando. Así ella vería las dos manos moviéndose y eso es lo que le llega a su cerebro», subraya Rivas.

Un mundo virtual que también sirve a los pacientes post-covid

Pese a que en este centro la Realidad Virtual se ha instalado pensando en las personas que han sufrido un ictus, lo cierto es que disponer de esta tecnología también puede ayudar en el trabajo de otro tipo de pacientes.

Así y como indica Nazaret Fernández, responsable del Centro de Neuro-Rehabilitación Integral 'Neuralba', la Realidad Virtual también puede ayudarles en el caso de niños y jóvenes con Trastorno del Desarrollo de la Coordinación.

«También se puede sacar mucho partido a la Realidad Virtual en pacientes post-covid que les han quedado secuelas físicas y neurológicas a raíz de la covid», señala Fernández.

Y es que junto con la decena de pacientes adultos que han sufrido un ictus, cada vez llegan más personas a su centro con problemas derivados de haber pasado la covid-19.

«A uno le ha ocasionado incluso una lesión medular», indica, al tiempo que explica que se trata de «personas que han estado mucho tiempo en UCI y en cama y han tenido afectación neurológica. Pacientes sobre todo que les dio al principio de la pandemia».

De esta manera, complementan la rehabilitación que reciben de la Seguridad Social con la que reciben en este centro.

«En algunos se ve también alteración de la sensibilidad, que provoca dolor, o de la movilidad de las manos, no solo de los pies. Realmente es como un daño neurológico que deja el covid», comenta Fernández.