Poesía, gastronomía y trovo en San Agustín para recordar la riqueza de la Alpujarra

El acto contó con la asistencia del vicepresidente de la Diputación Provincial de Almería, Ángel Escobar, quien destacó que el libro «hace una particular fusión de la poesía y la gastronomía» mientras que Pérez subrayó que «el origen de esta obra está en las costumbres propias de la tierra» y agradeció al autor que «gracias a su trabajo nos ayude a que todos los que estamos fuera de Alcázar lo sintamos como si estuviéramos allí».

Las costumbres de la Alpujarra se convierten en el hilo conductor de todo el trabajo en sus 17 apartados gastronómicos, así como del 'Aperitivo' y la 'Sobremesa' y todos ellos se convierten en imprescindibles para adentrase por los recovecos que usa el autor en su afán por procurar la satisfacción de quienes se acerquen a sus páginas.

Entre las recetas que incluye no faltan referencias a guisos, platos elaborados con la matanza, de Semana Santa, sopas o postres, además de platos concretos dependiendo de la época del año. 109 recetas de cocina heredadas de los mayores y que el autor ha rescatado para darlas a conocer en un libro donde el autor combina a la perfección y con creatividad la poesía popular, apegada a las costumbres del pueblo entre las que destaca el trovo y la tradicional gastronomía.

Precisamente, tras la presentación del libro, la jornada continuó con trovo por parte de la Escuela de Trovo de El Balate, muy presentes en la elaboración de este libro y con un aperitivo para acabar con gran sabor de boca por parte del más de medio centenar de personas que asistieron al evento.

Martín de Molina señaló que «el libro, a través de la lírica popular, el trovo, romance o coplas, presenta recetas rescatadas de la memoria de quienes, como los trovadores de repente, tenían el ingenio como principal fuente de inspiración», al tiempo que agradeció la colaboración y el prólogo de Miguel Carrascosa, al tiempo que afirmó que se trata de un libro colectivo, porque fue posible gracias a la colaboración de mucha gente de Alcázar que le ayudaron y sirvieron de guía, entre los que se encuentra su familia, o la Casa de la Alpujarra de Granada y la escuela de trovo de El Balate, que le introdujeron en el «mundo mágico del trovo».

Durante su presentación hizo cerrar los ojos a los asistentes para que pudieran sentir algunos de los versos del pasodoble torero que Carlos Cano dedicó a Gerald Brenan y que habla de la Alpujarra.

Las costumbres son el hilo conductor de todo este trabajo en sus 17 apartados gastronómicos, así como del «Aperitivo» y la «Sobremesa», todos ellos imprescindibles para adentrarse por los recovecos que usa el autor en su afán por procurar la satisfacción de quienes se acerquen a sus páginas.