El Ejido defiende durante 89 minutos el gol de Sergio Narváez
Los ejidenses supieron defender con orden en gran partido de Álvaro García
JOSÉ CARLOS GALVÁN BLANCO/ Opta
Domingo, 26 de marzo 2017, 20:05
El Ejido logró la victoria en Huelva, en un partido de importancia para la clasificación y de un desarrollo singular. Los de Alberto González tuvieron ... una sola ocasión, la que tuvo y aprovechó Narváez en el minuto con una falta directa, y sobrevivieron con el 0-1 el resto del encuentro. El Recreativo sometió a los visitantes durante 89 minutos más los añadidos de una y otra parte, pero el marcador ya no se movió más.
El Ejido supo sufrir hasta el último momento y sacar tajada de ciertas dosis de fortuna cuando más atacó el Decano. Al final le mereció la pena porque el marcador es de oro.
Antes de que el viento se dejara notar en el Nuevo Colombino ya había marcado El Ejido. Narváez puso el 0-1 poco después de cumplirse el primer minuto de juego. El centrocampista ejecutó a la perfección la falta con la que se inició el encuentro, en la frontal y tirada a la izquierda. Rubén Gálvez llegó a tocar el balón, pero fue tan ajustada a la escuadra que el portero apenas tuvo respuesta.
El tanto fue un muro para la buena trayectoria con la que llegaba el Decano a la cita. Los visitantes le pusieron el encuentro cuesta arriba. El viento incomodó a los jugadores, que después también padecerían la lluvia. De hecho, el equipo almeriense vivió del gol de Narváez todo el primer periodo. Aunque Darío Guti metió una puntera que pudo ser el 0-2 en el minuto 6, el ataque visitante quedó desactivado complemente. El conjunto ejidense optó por defender el gol en su campo.
El Recreativo tuvo toda la posesión en este primer periodo, demasiado riesgo para su rival con todo lo que quedaba por delante. A pesar de ello, las ocasiones claras de gol del Decano escasearon. Núñez acabó una jugada colectiva con un disparo fuera en el minuto 7. Fue el primer aviso de los de Juan Manuel Pavón. Acto seguido, los locales reclamaron un penalti por agarrón a Antonio Domínguez (minuto 10). En la jugada intervino Sedeño, que se lesionó en la acción.
Pavón y González tuvieron que hacer cambios por obligación en este primer tiempo. El técnico visitante se quedó por lesión sin Samu Corral en el 24. Bonaque y Javilillo fueron los hombres nuevos en el encuentro. El Ejido tuvo problemas para frenar el juego entre líneas de los albiazules en busca del empate. Aun así, los de Pavón adolecieron del último pase. Cuando lo tuvo, en el minuto 40, Soufian protagonizó un corte decisivo.
Las condiciones fueron duras en el segundo tiempo para pensar en un bonito partido. Bella fue, desde luego, la parada de Álvaro García a Miguelito en el 50. La mano abajo fue prodigiosa al disparo con rosca del onubense. En la reanudación, el acoso del Recre fue igual o mayor que en los primero 45 minutos. También el riesgo de los locales era mayor.
Álvaro tuvo mucho trabajo. En el 61 hizo tres paradas, a cual más meritoria. Primero sacó un remate de cabeza intencionado de Antonio Domínguez. Y tras el saque de esquina correspondiente, el propio Domínguez y Bonaque intentaron sin acierto batirle. Ambas respuestas fueron tan ágiles como decisivas.
Al contrario que en el primer acto, el balón estaba muy cerca de la portería ejidense.
No en vano, en el minuto 67 llegó a estar en la misma línea de gol. A Álvaro García se le escapó el balón de las manos tras un disparo lejano de Domínguez y el empate estuvo muy cerca. Pavón, desesperado por la falta de acierto en el remate, optó por arriesgar con una defensa de tres con 20 minutos por delante.
El campo cada vez estaba más pesado, pero los locales atacaron sin descanso. El juego directo no tardó en aparecer y El Ejido se aferró al traje de la épica para achicar balones una y otra vez. Siempre había una pierna o una cabeza salvadora. O una mano, como la de Álvaro otra vez en el 85 ante Manu Torres. También hay que constatar el desacierto del Recre, Iván Aguilar lanzó fuera en el 86 con el meta visitante batido, Rafa de Vicente disparó demasiado cruzado en el 90 cuando lo tenía todo a favor para establecer el 1-1 y Núñez remató de cabeza desviado en el 93. El Ejido suspiró con el pitido inicial. No era para menos. La mayoría de los jugadores estaba rota después del esfuerzo en un escenario exigente y un trabajo sin descanso en descanso en el caso de los de Alberto González.
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