Mayores y pequeños se unen por el respeto y el cariño del aprendizaje compartido

A través de este proyecto, y como parte también del programa Comunidad, Actividad y Servicio (CAS), mediante el cual los alumnos de Bachillerato realizan labores de voluntariado solidario, ambas generaciones pudieron compartir experiencias e impresiones con el aprendizaje como principal nexo de unión. Estas actividades no sólo influyen en el estado físico de los ancianos, sino que también afectan a su estado emocional, donde experimentan sentimientos de alegría y felicidad que juegan un papel fundamental en su bienestar.

Así, bajo el nombre, Abiertos a la vida, esta residencia almeriense realiza actividades bajo el fin último de promover un envejecimiento activo y ameno a través de diferentes eventos sociales como el protagonizado con los alumnos ejidenses. Ejercitar la memoria, la lógica y la exhibición de diversas habilidades matemáticas de manera amena y divertida fueron algunas de las actividades compartidas por mayores y pequeños. Desde aplicaciones en tabletas y móviles hasta los juegos de siempre sirvieron de soporte para realizar la jornada de aprendizaje. Para terminar tan enriquecedora experiencia, los pequeños les hicieron entrega de unas cartas muy emotivas escritas por ellos mismos y dirigidas a estos mayores.