europa press
Jueves, 6 de octubre 2016, 07:53
La investigación científica y forense de los restos óseos hallados entre el martes y el miércoles en el barrio ejidense de Pampanico ha determinado que los mismos se corresponden a los de una "mujer joven", de forma que las siguientes pruebas permitirán "identificar con exactitud" la persona a quien pertenecen ya que hay "indicios suficientes para poder determinar la identidad".
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Así lo han indicado fuentes de la Comisaría de Almería, quienes han señalado que en cuestión de "días" se podría conocer de quién es el cráneo y el hueso largo, así como otros restos, hallados en una acequia junto a un invernadero de la finca 'Los Ruiseñores' por una pareja que recogía chatarra por la zona.
En este sentido, las mismas fuentes han asegurado que los expertos se afanan no solo en el estudio de los restos cadavéricos, con los que se ha reconstruido "buena parte" de un esqueleto humano, sino también de los plásticos y los ropajes que envolvían las piezas, lo que se une a elementos de investigaciones anteriores.
Durante las próximas horas, los huesos serán sometidos a pruebas oseométricas para determinar la edad exacta de la persona a la que correspondían los huesos en el momento de perecer y otros análisis en el ámbito de la antropología forense para determinar la fecha del fallecimiento. En cualquier caso, han manifestado que "la prueba concluyente y definitiva" será la que se practique sobre la cadena de ADN.
Además, la Policía no descarta volver al lugar en el que aparecieron los vestigios para intentar hallar nuevas pruebas. Por el momento, los investigadores se centran en estos datos sin entrar a valorar si los restos podrían corresponderse o no a los de Lourdes García Carreño, desparecida hace siete años en Roquetas de Mar (Almería) después de terminar su turno cuando trabajaba en una gasolinera.
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El subdelegado de Gobierno en Almería, Andrés García Lorca, ha señalado que "existen indicios que aproximan la investigación" a que los restos óseos hallados este miércoles en una zona de invernaderos podrían corresponder a Lourdes García, desaparecida en octubre de 2009 en Roquetas de Mar (Almería), si bien ha matizado que "todavía es pronto" para afirmarlo del todo y que "la prueba definitiva la tiene que dar la secuencia de ADN".
Así lo han confirmado a Europa Press desde la Subdelegación de Gobierno, donde ha matizado que la investigación se encuentra en una fase muy inicial y que, a la espera del examen exhaustivo del cráneo y un hueso largo, posiblemente un fémur, entre otros restos, la investigación determinará si los restos se corresponden a los de la desaparecida o a los de otra persona.
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En esta línea, el subdelegado ha condicionado en declaraciones a la Cadena SER la pertenencia de los huesos a los resultados de las pruebas genéticas, por lo que si la secuencia fina "es la misma que la de la desaparecida, se dará el testimonio que corresponda".
"Todavía es pronto para ello, se trata de ver fechas, de cuándo murió, etc.", ha matizado el representante del Gobierno en Almería, quien ha insistido en que deben ser los estudio genéticos los que revelen "la personalidad de los restos encontrados" dado que "el sexo se sabe desde el primer momento por el tamaño de los restos".
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Así, ha recalcado que aunque "existen indicios que aproximan a la investigación", la "prueba definitiva" debe venir de los estudios de ADN, que "tiene que coincidir". Los restos óseos encontrados en la tarde del pasado martes por una pareja que buscaba chatarra cerca de la finca de invernaderos 'Los ruiseñores' se encontraban mezclados con restos de plásticos y ropajes, también extraídos para su análisis.
Fue sobre las 0,30 horas del miércoles cuando se alertó a los agentes del hallazgo de los huesos, con lo que hasta el lugar de desplazó Policía Judicial, Policía Científica, médicos forenses y el juez del Juzgado de Instrucción número 4 de El Ejido en funciones de guardia, para recopilar los vestigios que han sido trasladados al Instituto de Medicina Legal (IML).
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La familia de la joven de 34 años Lourdes García Carreño, desaparecida desde que hace siete años se perdiera su rastro tras salir de la gasolinera en la que trabajaba en Roquetas de Mar (Almería), tramitó declaración de su fallecimiento para "regularizar la situación" ante la ausencia de novedades significativas en la investigación para dar con su paradero.
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