La red local de escuelas infantiles facilita la conciliación laboral a los padres de 250 niños

No obstante, para el Ayuntamiento, se trata de un recurso muy importante ya que permite responder a la fuerte demanda de plazas que existe en una zona que se encuentra en constante crecimiento demográfico, como es el caso de El Ejido. La concejala de Educación ejidense, Julia Ibáñez, remarcó que «se trata de un servicio indispensable en nuestro municipio, ya que también constituye un proyecto muy innovador y comprometido con el desarrollo de los niños del municipio».

Y es que, como apuntó, «para nosotros la educación es uno de los pilares fundamentales de nuestra sociedad y por tanto, una de las líneas básicas de nuestra política de gobierno». Por esta razón, «nos sentimos muy comprometidos con esta materia y por ello, ponemos a disposición de los niños y niñas del municipio todos los recursos municipales con los que contamos».

Asimismo, Ibáñez hizo mención a que «nos encontramos en una tierra en la que los dos miembros del núcleo familiar trabajan y por tanto, este tipo de servicio se hace más que imprescindible». Es, por tanto, a su juicio, «obligación de las administraciones dotar a los padres de estas herramientas que cumplen una función muy importante en la educación de nuestros hijos y como instrumento socializador, además de que nos permite compaginar nuestro trabajo con el cuidado de estos».

Las escuelas infantiles municipales cuenta con aula matinal y servicio de comedor, además de un programa de desarrollo adaptado a la edad, sistema de evaluación de destrezas y cuenta con equipos de profesionales que trabajan en los contenidos de forma transversal.

Para la edil ejidense, «en ellas, se trabaja con cada niño en función de su edad, estimulando su desarrollo. De esta manera, se llevan a cabo proyectos diseñados por los mismos equipos profesionales de la red, ajustados a la normativa vigente que destacan por la transversalidad de los contenidos y los objetivos de los mismos».

Tal y como destacó Ibáñez, otra de las características que llaman la atención en estos centros, cuyo horario es de 7.30 a 17 horas, es que cuenta con un sistema de evaluación que analiza el desarrollo del menor desde diferentes dimensiones, así como las destrezas y los aprendizajes que adquiere a través de cada educadora que dispone de una tabla de observación individual para cada alumno. Además, cada trimestre se programa una reunión entre la tutora y la familia en la que se informa a los padres de los logros alcanzados por el menor.