José Sacristán junto a Javier Godino llevan a escena la obra de Mamet, con versión de Bernabé Rico y dirigida por Juan Carlos Rubio.

Sacristán brinda una clase magistral en El Ejido sobre el alcance de «los tentáculos del poder»

'Muñeca de porcelana' logra la ovación del público y el consagrado actor recibe un homenaje, al descubrir una butaca de honor con su nombre en el Teatro Auditorio

Elizabeth De la Cruz

Domingo, 5 de junio 2016, 22:23

Lo que se vivió en la noche del sábado en el Teatro Auditorio de El Ejido fue una verdadera lección de cómo el talento de un actor puede brindarle una trayectoria de más de seis décadas sobre el escenario. Hacer que lo difícil parezca sencillo y que el público no pueda salvo asistir, con suspense, al devenir de unos hechos que dicho sea de paso no le resultan para nada increíbles -en estos tiempos de arenas movedizas en lo económico y político-, José Sacristán volvió a demostrar por qué es un maestro de la interpretación.

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Y lo hizo además acompañado por un también brillante Javier Godino que resultó ser su mejor compañero de aventuras a la hora de contar una historia que, aunque responde a un texto original de David Mamet y se estrenó en Broadway de la mano de Al Pacino, esta versión de Bernabé Rico con adaptación de Juan Carlos Rubio es perfectamente aplicable a la realidad política y económica de la España de hoy. Por eso, 'Muñeca de porcelana', no defraudó a un público entregado del Teatro Auditorio de El Ejido, que aunque no logró llenar el patio de butacas sí que se hizo notar con una gran ovación final, tras asistir a este montaje en el que un millonario corrupto, Mick Ross (José Sacristán), mantiene decenas de llamadas telefónicas ante la asistencia de su ayudante, Carson (Javier Godino) que reflejan con realidad el alcance de «los tentáculos del poder».

Un multimillonario corrupto que pretende jubilarse tras adquirir un avión para su joven amante, y todos los enredos que protagoniza para salir airoso cueste lo que cueste, brindan varias lecciones de la realidad política y económica actual que provocan la reflexión en el espectador.

Y para ya sí, terminar con un buen sabor de boca, El Ejido quiso homenajear al maestro José Sacristán dándole su nombre a una butaca de honor en el Auditorio de El Ejido. Un reconocimiento que el actor madrileño recibió con gran emoción, de manos del concejal ejidense, José Andrés Cano, no sin antes destacar la gran importancia que supone que una ciudad como El Ejido, tenga su propio Festival de Teatro desde hace 39 ediciones. Y así aprovechó para ofrecer su presencia para el 40 aniversario.

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