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José Cuadrado: "Lo que se ha hecho lo hemos visto desde su nacimiento y nos ha vinculado más a El Ejido"

José María Cuadrado o 'Don José', como lo llamarán siempre la mayoría de sus alumnos, es ejidense de hecho y de derecho. Nació en Burgos, de padres almerienses, y pronto descubrió esta tierra de la que no se ha vuelto a marchar. El próximo año cumplirá sus 'bodas de oro' con El Ejido, donde reside desde hace 49 años.

África Mateo

Jueves, 21 de abril 2016, 12:33

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Su vida profesional ha estado ligada indisolublemente al colegio 'José Salazar', donde ha sido maestro desde que llegó a ElEjido y hasta su jubilación. José, junto a Jerónimo y Mari Carmen, formaron el triángulo perfecto para convertir el primer colegio de El Ejido en un referente provincial. En ese caminar constante junto a sus alumnos, a los que ha ayudado a crecer, le ha acompañado siempre su mujer, Amalia, verdadera 'artífice' de su idilio con El Ejido, ya que fue destinada como maestra aquí antes que él. «Sólo había cuatro ventas, todo lo que se ha hecho lo hemos visto desde su nacimiento, lo que me ha hecho querer más a El Ejido y no moverme de aquí». Cuando José Cuadrado habla de la evolución de ElEjido, lo puede hacer en primera persona, ya que ha sido miembro activo de esa primera sociedad civil que puso los cimientos de la realidad actual. Puso en marcha la primera Asociación de Vecinos junto con Moisés Gómez, que fue el presidente. Impulsaron la creación de la primera estafeta de Correos y pelearon hasta conseguir el primer ambulatorio. «Se hizo en la granja que había enfrente del Salazar, donde ahora está la Policía», explica. José Cuadrado también participó de forma activa en la creación de un Centro de Iniciativa y Turismo, del que fue secretario. «En aquella época no había Ayuntamiento y nosotros, desde la Asociación de Vecinos, junto con las 'Amas de Casa', que han hecho una gran labor, íbamos dando respuesta a las necesidades que surgían», detalla, mientras recuerda que el tándem con Ramón Callejón, que fue el presidente de este centro, posibilitó la puesta en marcha de una exposición de ganado, en Cabriles y de un concurso de tractores, enfrente delSalazar. Sus «ganas de hacer pueblo» no se saciaron con la importante labor desarrollada en la Asociación de Vecinos y, después de la creación del Ayuntamiento de El Ejido en el año 1982, orientó sus inquietudes hacia otros proyectos sociales. Cruz Roja José Cuadrado es uno de los responsables del establecimiento de Cruz Roja en ElEjido. «Antonio Jurado, de Tierras de Almería, nos reunió a varios miembros de la Asociación de Vecinos y fuimos a hablar con la presidenta de Almería, María Casinello. Conseguimos convencerla y la trajimos a ElEjido». El presidente fue JuanManuel Cantón, muy vinculado también con el proyecto, ya que, según relata, «empezamos enfrente de los Almacenes Maleno, pero el padre de Juan Manuel nos dejó pronto un local que estaba donde después se erigió el Edificio Cantón». Más tarde, consiguieron un solar «de un pariente de José Alférez y logramos los permisos para edificar».En aquella época, en El Ejido todos los proyectos se sacaban adelante de la misma manera, con rifas, meriendas y pidiendo dinero a las empresas que empezaban a florecer. Así fue como se levantó el edificio de Cruz Roja: «Sacamos el dinero con la rifa de un Ford Fiesta, que por suerte le tocó a Cruz Roja y no tuvimos que pagar». Eran previsores y dejaron la edificación preparada para levantar un albergue de transeúntes en la segunda planta, que nunca se llegó a hacer.

Otro de los proyectos en los que se involucró fue la creación del Círculo. «Una vez más, el José Salazar, sede de las reuniones para su gestación, fue el epicentro». Cuotas, rifas y una nueva búsqueda incansable de fondos sirvieron para recabar el dinero suficiente para poner en pie el Círculo Cultural, del que fue el primer vicepresidente. «Propuse comprar una enciclopedia Espasa, pero no querían, porque les parecía muy caro, así que les dije que si no la compraban, presentaba mi dimisión».

Al echar la vista atrás, José Cuadrado, con el prisma puesto siempre en la educación y la cultura, asegura que los verdaderos cambios llegaron con el Instituto de Santo Domingo, la biblioteca, el teatro y los centros educativos. «Al principio éramos sólo cinco maestros», recuerda. Pero sin duda él ha participado activamente para transformar la realidad. No se conformó con formar y educar a miles de niños en su aula de Lengua y Literatura delJosé Salazar, sino que impartió ciencias en Santo Domingo, cuando aún era instituto laboral. Por las tardes también aprovechaba para dar clases de cultura general a los hijos de los agricultores, ha sido administrador de Colonias Escolares y preparador de oposiciones al Cuerpo de Maestros. Tenía una gran motivación, ya que «aunque el ambiente era muy rural, había una cosa muy positiva en los padres, que decían: ya que no hemos podido tener una cultura, que mis hijos estudien», destaca. La intensidad de su vida profesional y asociativa le pasó factura a la hora de jubilarse: «El primer año, cuando veía pasar a los niños para la escuela, sentía que me faltaba algo», reconoce, aunque en mayo nació su nieto «al que prácticamente hemos criado Amalia y yo». Cada día sale a pasear, compra el periódico y ejerce de «agente de bolsa», como él mismo se denomina, en atención a su responsabilidad doméstica con los recados y las compras. A José Cuadrado le gusta El Ejido. «Muchas mujeres dicen: es un feo, no me gusta. Pasa lo mismo con El Ejido, que no te das cuenta y te vas enamorando».

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