El nivel de agua de la Balsa del Sapo baja casi dos metros en tres meses

Unos datos que desde la Junta valoran de forma muy positiva sobre todo a través del delegado territorial de la consejería, José Manuel Ortiz, quien ha precisado que a pesar del agua de lluvia que entró la pasada semana, el nivel está alcanzado una reducción diaria de al menos tres centímetros. Así, una vez que se han neutralizado los efectos de estas escorrentías es previsible que la bajada del nivel de la lámina de agua se incremente significativamente en los meses de verano, ya que se producirá una mayor evaporación y, al mismo tiempo, descenderá el volumen de retornos de las agua de riego, como consecuencia de la disminución de la actividad agrícola.

De este modo además, por parte de la Junta recuerdan que los dos bombeos que tienen en marcha en la actualidad, sumado a la buena climatología de las últimas semanas se ha logrado disminuir el volumen de agua acumulada en las balsas, y por tanto, rebajar el nivel a cotas de seguridad razonables, tanto para los vecinos de la zona como para los agricultores.

680 litros por segundo

Desde la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía hacen hincapié por tanto en que el nuevo sistema de impulsión, que bombea 500 litros de agua por segundo, y el que se puso en funcionamiento hace dos años, permiten que desde febrero se estén achicando en torno a 680 litros de agua por segundo.

Por su parte, desde la Asociación de Afectados por la Balsa del Sapo Cañada de Las Norias, su portavoz, Juan Bartolomé Escobar, añade que «los agricultores de Las Norias están bastante contentos», aunque insiste en que «aunque nunca podemos tener la tranquilidad hasta que el túnel no se construya, sí que es cierto que podemos tener cierto margen de maniobra».

En la misma línea, el portavoz de la asociación de afectados de la Balsa del Sapo reitera que a pesar de que si bien es cierto, el buen ritmo y funcionamiento de los sistemas de bombeo están permitiendo una bajada más rápida y eficaz de la lámina de agua de la balsa, lo cierto es que este «cierto resguardo» está presente pero lo que aún no es visible es esa inversión para la construcción de la que consideran la solución definitiva, un túnel que desagüe el agua al mar.

Con todo, Escobar recuerda, «a día de hoy no hay ninguna partida liberada» así que desde el colectivo, y a pesar de la satisfacción por estos buenos niveles, nunca se deja a un lado por completo la intranquilidad.