Inmaculada Acién
El Ejido
Lunes, 6 de diciembre 2021, 23:11
El próximo mes de enero arrancará un proyecto que tratará de convertirse en lugar de encuentro, de espacio donde compartir experiencias, sensaciones, sentimientos y, sobre todo, conocerse a una misma, para aprender a gestionar las emociones propias y a valorarse. Y todo ello, con el apoyo de profesionales del ámbito terapéutico, pero también de otras disciplinas que las ayudarán en ese camino de autoconocimiento y autonomía.
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Un proyecto que nace en El Ejido, gracias a una subvención del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), a través de la AsociaciónIntertertulianas, pero que conforman hasta siete mujeres de distintos países del mundo, cuatro de ellas en Almería, unidas por un mismo objetivo como es ayudar a otras mujeres a que ganen en fortaleza mental y confianza en sí mismas y por un nexo en común que es Marité Olaechea.
Esta peruana de origen y ejidense de adopción, municipio al que llegó hace 15 años por amor y que ha convertido en su hogar, lleva toda su vida trabajando en este ámbito del empoderamiento femenino. Vivía en Lima, donde cuando era niña existían graves problemas de terrorismo, «no había vida nocturna para los adolescentes y existía mucho machismo, con una educación cívica militar. Un tiempo difícil en mi país», explica Olaechea.
Siendo tan solo una adolescente ya se dio cuenta de que «las mujeres necesitábamos tener más voz y voto en las cosas que ocurrieran y me di cuenta que necesitaba mucha fortaleza mental, además de la económica». De hecho, Olaechea, pese a ser adolescente, ya trabajaba y entendió que «además de tener fuerza física, se necesitaba mucha fuerza mental, por eso seguí estudiando y me dediqué a ir a pueblos pequeños donde las mujeres necesitaban aún más esa fortaleza mental, porque tenían una vida muy difícil y tenían que afrontar situaciones muy críticas, de vida de pareja, de familia, de economía, de situaciones en que vivían. Lo mejor que yo les podía aportar era ayudarlas a mejorar su fortaleza mental, a parte de repartir comida o llevar abrigo».
Aquel fue el germen del Círculo de Mujeres Empoderadas. Después, con la aparición de Internet y de las nuevas maneras de comunicación, llegó otra forma de seguir desarrollando ese proyecto.
«El confinamiento por la covid-19 fue, sin lugar a dudas, el detonante, porque éramos cada vez más las que nos íbamos encontrando cada semana por Zoom», recuerda, al tiempo que destaca que «todas tenían mucha angustia, depresión, ansiedad, había mujeres que estaban solas, lejos de sus familias, o sus hijos lejos de ellas, mujeres que trabajaban en el ámbito sanitario como enfermeras o doctoras que tenían una ansiedad terrible porque no sabían contra lo que estaban luchando y tenían miedo a llegar a casa y contagiar... Manejar toda esa ansiedad fue una cosa terrible».
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Ese círculo que cada semana compartía emociones y sentimientos fue creciendo, más de 200 mujeres de todo el mundo llegaron a formar parte de él.
Ahí, fue cuando Marité Olaechea se dio cuenta de que el proyecto necesitaba dar un nuevo salto y contar con profesionales que pudieran ayudar a todas esas mujeres a una correcta gestión de sus emociones. Y en ese camino también se encontró con la ayuda del IAM que permitirá que este proyecto cuente con hasta tres profesionales terapeutas como son las psicólogas Lina Mendoza, que participará de manera online desde Barranquilla, en Colombia, y Claudia Sogamoso, así como la educadora social María Carvelo. A ellas se unen Zoraida Lemos, desde Sevilla, y Ainhoa Borobio, desde Londres, ambas expertas en Marketing digital, así como Somaya El Kayathi, responsable de Gestión y Desarrollo, en ElEjido.
Y es que pese a que este proyecto nace en El Ejido y se llevarán a cabo sesiones presenciales en el Coworking de El Ejido, también se desarrollará de manera online para todas aquellas mujeres que quieran inscribirse desde cualquier punto del mundo, y además será gratuito. Un programa que, si fuera de pago, como reconocen desde el Círculo de Mujeres Empoderadas, tendría un coste que muchas mujeres no podrían asumir.
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Inteligencia emocional
En este sentido, la ejidense María Carvelo señala que el empoderamiento es algo que todo el mundo necesita conseguir, ya sean hombres o mujeres, e incluso los niños, ya que es necesario disponer de herramientas de comunicación asertiva y saber gestionar las propias emociones. «No se trata de realzar la figura femenina sobre la masculina, sino de que estamos en desigualdad de condiciones en muchos ámbitos y no nos podemos quedar así». De ahí que este proyecto se centre en el empoderamiento femenino.
Asimismo, Carvelo hace hincapié en la importancia de la inteligencia emocional y no solo en el ámbito laboral para tener éxito en el trabajo, «sino para tener relaciones sanas y una vida sana», al tiempo que añade que «las depresiones que hay hoy en día es porque no hay una buena gestión emocional, porque no nos conocemos a nosotros mismos y no nos dedicamos tiempo a cuidarnos».
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El verdugo está dentro
Marité Olaechea pone el acento precisamente sobre la importancia del empoderamiento frente a la depresión. «El principal verdugo lo tenemos dentro, es nuestra mente y eso es lo que vamos a trabajar». Así, subraya que cada 40 segundos una persona muere en el mundo por suicidio y se muestra convencida de que con el Círculo de Mujeres Empoderadas, además de empoderar a muchas mujeres, vamos a salvar vidas».
Es por ello que Olaechea invita a todas las mujeres que lo deseen a que se inscriban, a través de la web, aprovechando su gratuidad.
Problema oculto entre jóvenes
Por otra parte, con este proyecto, desde el Círculo de Mujeres Empoderadas esperan llegar también a la gente joven.
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«Nos pensamos que la gente joven viene más empoderada que nunca, y estamos volviendo para atrás», afirma María Carvelo, quien insiste en que la sociedad está volviendo al machismo. «Yo trabajo con adolescentes y me dicen cosas que no entiendo que pueda decir gente que vive en el siglo XXI. Jóvenes con mentalidad cerrada y muy limitada, con poca ambición de futuro».
Y es que la violencia de género no se circunscribe a personas mayores o clases desfavorecidas. «La madurez emocional no tiene que ver con el nivel de estudios, ni con la fuerza que tengas», recuerda Marité Olaechea.
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Un ejemplo de ello es el que vivió Claudia Sogamoso, psicóloga y coach empresarial en Almería, y miembro del Círculo de Mujeres Empoderadas. «En mi vida pasada fui una mujer víctima de violencia psicológica y sé lo que es eso. A través de ese proceso me di cuenta que cada uno de nosotros tenemos unos recursos psicológicos y cognitivos que tenemos que descubrir, porque ahí está la posibilidad de avance», reconoce.
Recursos que ahora desde el Círculo de Mujeres Empoderadas quieren compartir a través de un completo programa gratuito de seis meses de duración y que abordará el conocimiento de uno mismo, la gestión de emociones y cómo conseguir autonomía tanto emocional como económica.
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