El municipio de El Ejido vive la granizada más dramática que recuerdan sus vecinos

Desde media tarde se veían a lo lejos los relámpagos. La alerta amarilla y la previsión meteorológica hacía prever una tarde noche larga, pero desde luego no tanto como finalmente sucedió.

Alrededor de las diez de la noche, la DANA hizo acto de presencia en el municipio de El Ejido, el más afectado en la provincia de Almería en esta ocasión.

Una manga de lluvia fuerte, acompañada de un intenso granizo entró desde el mar por San Agustín y Las Norias, para subir hacia el núcleo de El Ejido, descargando a su paso y dejando momentos de pánico y muchos daños materiales, en su recorrido por Ejido Norte y el paraje de Simón Acién para ir bajando en intensidad en su ascenso por la zona de Dalías, donde también hubo algunos daños, principalmente en invernaderos, o la zona de Berja.

Las calles del municipio ejidense se convertían en ríos que arrastraban a su paso contenedores y hacían imposible de conducir los coches. Pero lo más peligroso llegaba con el granizo. Bolas del tamaño de pelotas de golf e incluso de la dimensión de un huevo se convertían en misiles que iban destrozando las lunas de los vehículos, abollando las chapas, generando el pánico entre los que estaban dentro de los coches en plena calle en esos momentos, que no sabían qué hacer, rompiendo las claraboyas de las viviendas hasta hacerlas desaparecer por completo, abriendo agujeros en las persianas y rompiendo los cierres de las terrazas.

Pero, a diferencia de lo que dice el refrán de que 'después de la tormenta siempre llega la calma', esto no sucedió en El Ejido, ya que tras el paso de la DANA comenzó el fuerte viento.

Evaluación de daños

Aún así, llegaba el momento de comenzar a evaluar los daños. La gente comenzaba a salir a la calle para ver los daños que habían sufrido sus vehículos; a subirse a los tejados para comprobar el estado de las cubiertas; e incluso a acercarse a las explotaciones agrarias para asegurarse de que aún seguían en pié. Algunos ya descubrieron con dolor que su invernadero se había venido abajo, llevándose con él, plantaciones que en algunos casos no habían llegado a ser recolectadas ni una sola vez. La noche fue larga. También para los servicios municipales, ya que en plena granizada se activó el Plan de Emergencia Municipal.

Así desde primera hora de la mañana los servicios de limpieza y mantenimiento del Ayuntamiento se afanaron por restablecer el tránsito no solo en las principales vías, sino también en los caminos rurales estructurantes del municipio.

Se tomaba la decisión de suspender todas las actividades deportivas ante la afectación de las distintas instalaciones municipales, que se espera que hoy comiencen a volver a la normalidad.

Las calles amanecían llenas de ramas del arbolado y hojas que cubrían el suelo, aún oliendo a recién cortadas, azotadas por una granizada que también dejó aves muertas en el suelo, que se vieron sorprendidas por la virulencia de la tormenta.

En los colegios, el clima fue de normalidad, si bien hubo rotura de cristales y claraboyas en centros como el IESSanto Domingo, el CEIP Andalucía o el CEPER Pablo Freire, a lo que se sumó alguna línea de autobús escolar como en Ejido Norte, que no pudo recoger niños de núcleos diseminados, si bien a lo largo de la mañana quedó el tráfico restablecido en ellas.

Además, se ponían al servicio de los ciudadanos números de teléfono para comunicar los daños sufridos a nivel agrícola, el 950 541 003, como en viviendas y vehículos, en el 950 541 000, e incluso uno general para daños por DANA, el 950 541 018, con el objetivo de poder iniciar la evaluación real, que permita establecer los mecanismos de ayuda para todas esas familias y negocios afectados.

40 litros en una hora

El alcalde, Francisco Góngora, compareció a media mañana para ofrecer los primeros datos, que fueron escalofriantes, y confirmando que se llegaron a registrar hasta 40 litros por metro cuadrado en una hora, granizo y «viento con mucha virulencia y una intensidad que no habíamos visto nunca». Todo ello provocó que «más del 50% de los vehículos que había en la vía pública tienen las lunas rotas y están totalmente abollados», señaló el máximo responsable municipal, sin poder cuantificar aún el número exacto, que podría cifrarse en miles.

En cuanto a las zonas más afectadas, Góngora apuntó que todo el término municipal se vio afectado, tanto en los núcleos de población como en el campo, pero con especial intensidad en Ejido Centro, Ejido Norte, Simón de Acién, El Águila, Aldenor, Pampanico hacia Tarambana, Cañada Cortés y desde Las Norias a San Silvestre.

Desde el comienzo de la mañana, se comenzaron a generar largas colas de personas a las puertas de los talleres de chapa y también de las empresas encargadas de la reparación y sustitución de lunas. Tampoco esquivaron las colas las oficinas de los seguros.

Durante toda la mañana, las cristalerías comenzaban a recibir un boom de llamadas buscando una rápida solución a las claraboyas y cristales de viviendas rotos, ya que la previsión climatológica apuntaba a nuevas tormentas desde el mediodía y el miedo a que el agua entrar en las vividas volvía a apoderarse de los vecinos. Algunos incluso se desplazaban a empresas de la capital, ante la imposibilidad de encontrar materiales ya disponibles en empresas del Poniente, y por momentos se veía más personas andando por los tejados que por la propia vía pública.

Eran los efectos secundarias de la DANA. pero el mediodía solo dejó algunas gotas que no pasaron de mojar el suelo. Mientras que por la tarde, la lluvia volvía a hacer acto de presencia de manera intermitente y con fuerza de moderada a intensa.

Servicios activos al 100%

Asimismo, el primer edil afirmó que «todos los servicios públicos están al 100%, a los que se suman servicios externos que hemos buscado sobre la marcha para ir resolviendo esos problemas». Y pidió a todos los vecinos con daños que dejen constancia de ellos, bien haciendo uso de los teléfonos habilitados o de la web elejido.es/dana, amén de comunicarlo también a sus seguros privados. Como insistió Góngora, «en estos momentos lo más importante es recuperar la normalidad y el recuento de daños, y en función de ello podremos apuntar las medidas para paliar este desastre para muchas familias, empresas y agricultores».

Desde ayer está trabajando, a través de DUE, la plantilla completa compuesta por 270 trabajadores y refuerzo del servicio de guardia. En cuanto al personal destinado a edificios públicos como pabellones, están activas 3 parejas de albañiles, 1 pareja de fontaneros, 2 parejas de carpinteros y 5 pintores. Desde primera hora de la mañana se formaron equipos para ir revisando todos los edificios por núcleos.

De igual forma, 'Avanza En Verde' reforzó el servicio de limpieza que estuvo operativo durante todo el día, atendiendo a todas las zonas dañadas con 9 barredoras, 15 motocarros, 14 personas a pie, camión satélite recolocando contenedores, 2 camiones caja abierta quitando elementos de la vía, 1 furgoneta con los contenedores de la playa y compactador retirando enseres de la vía.

Francisco Góngora agradeció también el apoyo brindado por otros Ayuntamientos de la provincia, que habían puesto su maquinaria de limpieza a disposición del Consistorio ejidense, y también por parte de la Diputación Provincial.

«Tras el recuento de daños, ya estamos valorando qué medidas solicitar al Gobierno Central y a la Junta de Andalucía, y ver cuál es la vía más adecuada para paliar todos estos daños materiales, a través de ayudas directas, exenciones fiscales, de seguridad social y laborales», afirmó Góngora, quien insistió en que «El Ejido necesita de la colaboración y la ayuda institucional para soportar el impacto económico de la DANA».

Al hilo, se está estudiando solicitar que se declare como zona afectada gravemente por emergencias de protección civil, dañada por distintos fenómenos meteorológicos adversos. La decisión del Consejo de Ministros abre la vía para que los afectados por estas emergencias puedan solicitar las ayudas previstas para paliar daños personales; daños materiales en vivienda y enseres y en establecimientos industriales, mercantiles y de otros servicios».