El Hospital de Poniente se hace más humano en la lucha contra la Covid-19

Unos pacientes que tras conocer que padecían coronavirus o en el proceso de saber si lo tenían se han visto solos durante largas horas y días, sin la cercanía de su familia, afrontando una enfermedad desconocida, con miedo, con angustia, con incertidumbre y sin ese contacto físico que muchas veces reconforta.

Esa situación precisamente provocó en los profesionales del Hospital de Poniente y principalmente en el área de Enfermería, la necesidad de elaborar una guía de atención a las familias y a los pacientes con Covid-19.

Así, el Poniente puso en marcha en marzo este plan que, se enmarca además en esa estrategia de humanización que el Hospital tiene en marcha desde hace un par de años, y que cuenta con cuatro ejes fundamentales como son facilitar a las familias que tengan una información clínica y de cuidados del paciente de manera fluida, que se pudiera conectar al paciente con su familia, ofrecerle a los profesionales herramientas de comunicación para afrontar esos momentos en los que la información y en ocasiones las malas noticias ya no se pueden dar cara a cara, sino a través de una línea de teléfono, y, sobre todo, favorecer el apoyo y el acompañamiento del paciente al final de la vida, para que no viva ese trágico momento en soledad.

El ingreso

En este sentido y como explicó Maite Estévez, responsable de Área de Gestión de Cuidados, e plan contempla en el ingreso, además de la explicación que le ofrecen los profesionales al paciente, una carta de bienvenida que «supone un compromiso del profesional con el paciente y con la familia, ya que en ese momento el paciente se encuentra solo y tiene que afrontar miedos una situación nueva».

Durante el proceso de hospitalización, el plan contempla el programa 'Conectando contigo' que permite el contacto del paciente con su familia. «Habilitamos un correo electrónico donde nos podían mandar fotos, dibujos o aquellos documentos que querían hacerles llegar al paciente, así como un circuito habilitado para que le pudieran hacer legar al paciente objetos personales», explicó Estévez, quien agradeció las tabletas electrónicas donadas que también permitieron y continúan permitiendo poner en contacto al paciente con su familia.

Asimismo y con el objetivo de hacer más llevaderas las horas de hospitalización, el Poniente habilitó conexión a internet para los pacientes y adaptó el proyecto de la 'Biblioteca del paciente' para acercarles la lectura.

Final de la vida

«Otro momento difícil son los cuidados al final de la vida. Ese derecho al último adiós, a poder despedirse, cuando no puedes tener a tu familia alrededor», hizo hincapié Estévez, al tiempo que añadió lo difícil que se hace, además, tener que dar la noticia de un fallecimiento a los familiares por teléfono, cuando no puedes tener el contacto o la mirada de la otra persona enfrente.

En este sentido, lo que sí destacan desde el Poniente es que en esos momentos finales, los pacientes no estuvieron solos.

«En cada caso, se les ofreció a los familiares si quería estar en esas últimas horas con medidas de protección y asumiendo después un seguimiento», afirmó Matías Correa, gestor de cuidados de Hospitalización, quien añadió que en los casos que quisieron estar acompañando al paciente enfermo lo que sí se les indicó es que una vez que entraran a la habitación no podían salir hasta que no falleciera.

«Unos pocos lo hicieron, otros no, pero en cualquier caso hemos permitido que la familia se haya podido despedir de ellos con llamadas, enviándoles vídeos, audios, mensajes. Ese contacto lo han tenido».

«No solo cuidamos heridas, sino que también cuidamos el espíritu»

El dolor que está generando esta pandemia provocada por el coronavirus no está siendo solo físico y en el equipo de Cuidados del Hospital de Poniente bien lo sabe.

Así, como señala Matías Correa, gestor de cuidados de Hospitalización, durante esta crisis sanitaria ellos o solo han tenido que cuidar heridas, «sino también el espíritu» y enfrentarse a situaciones muy duras, entre ellas las que más les han marcado en estas semanas fueron «el primer fallecimiento en planta, porque estaba solo, demandaba mucha asistencia y se nos quedó esa sensación de no saber si podría haber tenido un final mejor, pero nos sirvió para aprender de los errores», apunta Matías. Pero, sin duda, otro golpe duro fue el primer caso de contagios entre compañeros sanitarios, que les cayó como un jarro de agua fría y les hundió un poco, haciéndoles pensar qué habían hecho mal para que eso sucediera.

Ahora dos meses después, la valoración que hacen todos estos profesionales es positiva en cuanto a la respuesta que han dado a esta pandemia.

Una crisis sanitaria que ha dejado sentimientos de miedo al contagio, de incertidumbre y desazón entre los profesionales.«Esta situación también nos ha generado angustia a nosotros, que además estamos acostumbrados al contacto con nuestros pacientes. Este bicho nos ha superado y nos ha supuesto un cambio importante. Nos hemos tenido que organizar muy bien, pero creo que hemos sabido solventarlo. Estoy muy orgulloso del equipo de cuidados porque han sabido estar a la altura», apunta Correa.

El Hospital retoma la actividad quirúrgica

Una vez que la gran presión asistencia por la Covid-19 ha descendido en el Poniente, el centro comienza a retomar su actividad normal, «de forma muy lenta y progresiva, eligiendo muy bien qué actividad se retoma en cada una de las áreas» como reconoció el director gerente del Hospital de Poniente, Pedro Acosta.

De esta manera, esta semana se retomó la Cirugía Mayor Ambulatoria y algunas de las consultas se están reactivando.

Así, Acosta indicó que «muchas de las consultas se van a mantener en teleasistencia, porque ha dado muy buen resultado a todos y en algunas áreas puede ser bastante útil».

Además, la parte de hospitalización se está reformando ya que se tuvo que dedicar una planta completa a pacientes con Covid-19.