El Hospital de Poniente enseña a la sanidad española que en salud no puede haber barreras

Lo ha vuelto a hacer. El Hospital de Poniente ha vuelto a ser pionero y ejemplo para el sistema sanitario andaluz y español de cómo en sanidad no solo es importante tratar las patologías, sino también escuchar, entender y hacerse entender, tirando de esa humanización que se ha convertido en su bandera.

Así nacía en febrero de 2020 el Programa de Mediación Sociosanitaria Intercultural, con el objetivo de dar respuesta a las necesidades asistenciales de la población inmigrante, que puede verse afectada por barreras idiomáticas, culturales o socioeconómicas, mejorando la accesibilidad de la asistencia sanitaria en una comarca que cuenta con más de un 25% de residentes extranjeros. Una comarca donde como si de una Torre de Babel cultural se tratara conviven personas de más de 100 nacionalidades diferentes.

Es por ello que como señalaba el director gerente del Hospital de Poniente, Pedro Acosta, la figura de un mediador sociosanitario para un hospital como este «tan importante como contar con un radiólogo, un anestesista o una enfermera».

Sin embargo y pese a la importancia de esta figura en zonas donde la presión migratoria es alta, se trata de una figura que no existía en el ámbito de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, lo que obligó a tirar de imaginación a la dirección del Hospital, remangarse las batas y buscar en ayudas externas el presupuesto que le permitiera poner en marcha un proyecto que se hacía necesario.

De esta manera fue como el Hospital encontró en su camino la colaboración del Ayuntamiento de El Ejido y el apoyo económico de la Fundación La Caixa, que se renueva para este año, y que como subrayó Acosta permitió «conseguir en un plazo récord que tuviésemos a Nivine y que los pacientes pudieran disfrutar de su trato, sus cuidados y su profesionalidad».

En este sentido, este programa forma parte de una de las 22 estrategias que tiene en marcha la Comisión de Humanización del Hospital de Poniente, y que se desarrolla de lunes a viernes de ocho de la mañana a tres de la tarde, teniendo como idiomas vehiculares el árabe y el francés principalmente, pero también el ingles o el alemán.

En cuanto al desarrollo del programa, la mediadora sociosanitaria intercultural Nivine Alaoui Benabderrahman ponía el acento como aspectos destacados en la mediación cultural más allá de la barrera lingüística «que puede quedar solventada con cualquier otro tipo de intervención que no sea solo la mía».

Y es que para Benabderrahman, «no es lo mismo una diabetes en un paciente musulmán que está por ejemplo en pleno Ramadán ya que hay que hacerle entender tanto al paciente como al profesional los elementos que pueden interferir en esa alianza terapéutica, en esa adherencia al tratamiento».

Pero su función va más allá, centrándose mucho en lo humano. «Hay muchos que llegan y no saben cómo funciona nuestro Sistema Nacional de Salud, no saben diferenciar entre el seguimiento por parte de Atención Primaria y la atención en especializada, hay que explicarlo en varios idiomas, porque atendemos a diversas nacionalidades», apuntaba esta profesional del Hospital de Poniente.

Confinamiento

Y si esencial es en cualquier momento el trabajo de esta mediadora sociosanitario en época covid su atención se intensificó.

«Además de la asistencia directa al paciente también hemos desarrollado durante la fase de confinamiento vídeos en francés, árabe e inglés para explicar las medidas de prevención, de aislamiento y cuarentena, porque al principio era un caos. Si para nosotros era difícil para la población que no tiene acceso a esa información era más caótico todavía y este era mi granito en la promoción de la salud comunitaria».

Ahora para 2021, el objetivo de esta profesional pasa por dar a conocer todo el trabajo realizado durante 2020 con datos exhaustivos y desde el punto de vista metodológico «para que si algún hospital quiere implementar el mismo programa que tengan datos basados en la evidencia y una recogida exhaustiva», señaló Nivine Alaoui Benabderrahman.

El reto de empoderar a la mujer inmigrante más aún en sanidad

Son muchas y diversas las situaciones que ha afrontado Nivine Alaoui Benabderrahman, mediadora sociosanitaria del proyecto, durante el año que lleva en marcha el proyecto, pero si destaca un reto por encima de los demás es el de romper con la brecha de género.

«Yo estoy aquí de mediadora en el Hospital, pero he tenido experiencia durante cuatro o cinco años en el Ayuntamiento de El Ejido con programas cofinanciados por la Fundación La Caixa y la brecha de género en la población inmigrante es muy grande, pero en sanidad mucho más todavía», apuntó esta profesional para la que la clave está en «empoderar a las mujeres, hacerles ver que son capaces de entender teniendo una orientación y teniendo a alguien que les explique su proceso patológico o terapéutico, y que ellas son capaces de entender y gestionar su proceso».

Se trata de un aspecto fundamental teniendo en cuenta que de las más de 600 atenciones realizadas durante 2020, un 73% eran mujeres. «En consulta externa la especialidad que más demanda el servicio es Obstetricia y Ginecología», apuntó Benabderrahman, al tiempo que recordó que la tasa de natalidad en El Ejido y la comarca supera a la de Almería y a la nacional.

Por otra parte, en Hospitalización las áreas de Neumología y Obstetricia junto con Pediatría acumularon las mayores demandas.

Asimismo, el Hospital de Poniente y este servicio en concreto tuvo que adaptar sus actuaciones a la revolución que ha supuesto para todos la pandemia. «Se ha hecho todo lo que se podía presencialmente, pero también se ha insistido mucho en la asistencia telefónica para precisamente para evitar y prevenir contagios y mantener unas buenas medidas de prevención», subrayó esta mediadora.