El Hospital de Poniente crea circuitos de atención específicos para niños con autismo

«Las personas afectas del Trastorno del Espectro Autista (TEA) y sus familias necesitan y tienen derecho a un sistema de salud que sea comprensivo y que se adapte a sus particulares barreras», así de clara se mostró ayer Mercedes Ibáñez, pediatra del Hospital de Poniente, en la presentación de PonienTEA.

Ese fue precisamente el germen de este proyecto que lleva dos años gestándose y que se acaba de poner en marcha con el objetivo de facilitar la accesibilidad al Hospital y adaptar la asistencia sanitaria a las necesidades de las personas con autismo.

«Igual que tenemos rampas en la puerta del hospital para favorecer la accesibilidad a personas con movilidad reducida y no nos parecería aceptable que estas rampas no estuvieran, las personas con TEA tienen otro tipo de barreras que no son arquitectónicas, y hay una serie de medidas que se pueden llevar a cabo para facilitar su acceso al hospital y que su asistencia sanitaria sea lo menos traumática posible», explicó ayer durante la presentación Ibáñez.

Un proyecto en cuya puesta en marcha y desarrollo han colaborado las asociaciones Altea, Dárata, 'Soy Especial y Qué' y al que recientemente se ha unido Astea.

En este sentido, uno de los aspectos sobre los que incide el proyecto es el de la formación y sensibilización de los propios profesionales sanitarios con respecto a las personas con TEA para que, independientemente de quién atendiera a estos pacientes conociera el trastorno y supiera cómo actuar para que todo surgiera de la mejor manera posible. «El objetivo es que ellos vengan al hospital y se sientan bien».

Por ello, se están llevando a cabo sesiones formativas en las que ofrecer a los profesionales los recursos necesarios. «Estamos señalizando espacios y hemos elaborado circuitos específicos de actuación, para que todos trabajemos de la misma manera», señala Esther Cascos, enfermera de Hospitalización e integrante del grupo de trabajo PonienTEA.

Otras medidas que contempla el proyecto son agilizar la asistencia y minimizar la espera, así como ofrecerles espacios poco concurridos y menos ruidosos en cada uno de los servicios del hospital, facilitar que estén acompañados y anticiparles en qué va a consistir la actuación médica, haciendo uso para ello de pictogramas.

Actualmente, están trabajando en la implantación del proyecto en la consulta externa de Pediatría, en la planta de Hospitalización de Pediatría y en la consulta externa de Traumatología, si bien el objetivo es implantarlo en los distintos servicios del Hospital, entre los que destaca Urgencias.

«En consultas externas ya se han señalizado, se dará prioridad de acceso a las personas con TEA, hemos reservado citas en horas poco concurridas y casi siempre con el mismo profesional, facilitaremos la espera en áreas menos concurridas, agilizaremos pruebas y procedimientos y si tenemos que realizar una técnica en una consulta para no mover al niño y adaptarnos a sus necesidades, eso es lo que vamos a hacer», afirmó Esther Cascos.