Fallece Gabriel Barranco, empresario y principal impulsor del modelo de subasta agraria en el Poniente

El finado está siendo velado en el tanatorio de El Ejido, en la carretera de Almerimar, y su funeral tendrá lugar mañana a las 11 horas en la capilla del propio tanatorio

África Mateo

El Ejido

Viernes, 2 de diciembre 2022, 13:09

Gabriel Barranco Fernández (Las Salinas de Guardias Viejas, 1941) ha fallecido en la mañana de este viernes, en su domicilio de Almerimar, El Ejido. Tras de sí deja una brillante estela como emprendedor, vinculado fundamentalmente a la comercialización agrícola. Visionario, austero y gran trabajador, fue pieza clave en el impulso de Agroejido, empresa que abandonó para fundar posteriormente la empresa Agroponiente. Tras impulsar una de las principales subastas agrícolas del Poniente almeriense, abandonó también esta segunda empresa tras ser destituido como presidente y fundó la Alhóndiga La Unión, que inició su andadura en las antiguas instalaciones de Almacenes La Redonda, para llegar a ser a día de hoy la primera subasta agrícola de la provincia y la segunda gran locomotora del sector agroalimentario en el territorio almeriense. El nombre lo tuvo claro desde el principio, ya que él buscaba aglutinar al mayor grupo de agricultores. Y el logotipo, una ardilla, también. En El Ejido ha sido muy popular desde siempre la expresión: «Eres más listo que una ardilla» y precisamente Gabriel Barranco derrochó siempre intuición y audacia en los negocios.

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Como emprendedor también ha formado parte del accionariado de numerosas empresas líderes en otros sectores, como la Policlínica de Poniente, Ejidohotel o Podeprom. Junto a su vena empresarial, también contribuyó a crear pueblo en años decisivos para El Ejido, con una vinculación muy estrecha al Club Polideportivo Ejido, del que fue presidente, e incluso hizo sus pinitos en política como candidato por el PSOE de Andalucía a la Alcaldía de El Ejido en 1995.

Destaca su vida austera a pesar de haber levantado un imperio. Y es que desde pequeño conoció el sacrificio. Ese espíritu lo trasladó a su familia, a la que llegó a tener viviendo en una caravana cuando necesitó utilizar su vivienda familiar, en sus inicios, para arrancar el negocio de la comercialización.

Todavía el viernes pasado, cuando su salud ya sufría cierto deterioro, estuvo en las instalaciones de la gran locomotora comercial agroalimentaria que es a día de hoy La Unión. Le gustaba ir, sobre todo a la hora de la subasta, para no perder el contacto con los agricultores, a los que siempre entendió pieza clave del negocio.

El sector agrícola lo recuerda hoy y lo recordará siempre como una de las piezas claves del engranaje agrícola del Poniente almeriense. Sus restos mortales están siendo velados en el Tanatorio de El Ejido, en la carretera de Almerimar, junto al Hospital de Poniente. El funeral por su eterno descanso tendrá lugar mañana a las 11 horas en la capilla del propio tanatorio.

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