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Claudia Ibáñez con su medalla de segundo puesto y una réplica de un cohete.
Desde El Ejido a Houston con aterrizaje en la NASA, una experiencia al alcance de muy pocos

Desde El Ejido a Houston con aterrizaje en la NASA, una experiencia al alcance de muy pocos

La ejidense Claudia Ibáñez ha participado en el V Stage en la sede del Centro Espacial Johnson de la NASA, un espacio que recorrió y donde aprendió de ingenieros aeroespaciales y astronautas

Inmaculada Acién

El Ejido

Sábado, 17 de diciembre 2022

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Todo el mundo ha escuchado hablar de la NASA, pero muy pocos en realizada saben a ciencia cierta lo que allí se hace. Una ejidense que hoy ya conoce un poco más ese mundo es Claudia Ibáñez Martos.

Esta joven de 17 años y alumna de Segundo de Bachillerato del SEKAlborán de ElEjido, se ha convertido en uno de los 13 estudiantes de toda España que participaron hace tan solo unos días en el V Stage en la sede del Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, Texas. Una formación promovida por la Universidad Space Center para estudiantes de todo el mundo, que se llevó a cabo entre el 23 de noviembre y el 5 de diciembre, si bien el stage en la NASA fue desde el 28 de noviembre al 2 de diciembre.

Durante una semana, los alumnos se enfrentaron a un total de ocho retos, en grupos de trabajo formados con otros colegios internacionales, elaborando propuestas para superar de forma eficiente cada una de las pruebas propuestas.

Además, los estudiantes tenían que superar los retos aplicando un presupuesto ficticio que tenían que optimizar para completar la investigación y la implementación práctica de cada una de las pruebas.

Una actividad que llevaba varios años realizándose, aunque no en todas las ediciones ha estado representado el SEKAlborán, y que con la covid-19 se tuvo que suspender. Dos años después se ha podido retomar.

«Cuando recibí la llamada en la que me lo propusieron, me embargó una sensación de euforia, de pensar que quizás sí fuera finalmente a la NASA», explica Claudia Ibáñez, quien llevaba años soñando con poder participar de esta experiencia, puesto que su objetivo es estudiar a partir del próximo curso Ingeniería Aeroespacial.

No obstante, eran varios los estudiantes que optaban a ese billete a la NASA. «Los profesores tuvieron muy en cuanta para la elección el currículo, las actividades que se habían hecho previamente y sobre todo el nivel de inglés, porque allí para hablar con monitores e ingenieros solo se usaba el inglés y todas las pruebas y proyectos que nos presentaron teníamos que hacerlos en inglés».

Entre los retos que tenían que superar, relacionados con física, matemáticas o ingeniería aeroespacial, el primero fue construir un cohete en miniatura. «Tuvimos un día para montarlo, luego los lanzamos todos, y teníamos que lograr que llegara lo más arriba posible, que se separaran sus módulos y que se activara un paracaídas», explica esta joven ejidense. Otro de los retos era diseñar un hábitat en Marte que pudiera sustentar una tripulación de cuatro personas durante 500 días. «Y en todo estos proyectos y presentaciones había unos monitores que nos guiaban», añade.

También hicieron un tour donde les enseñaron las instalaciones de la NASA, «los diferentes edificios, para qué servían, que hay allí realmente. Tuvimos una charla con un ingeniero aeroespacial que trabaja allí, y otra con un astronauta que ha estado en la Estación Espacial Internacional», recuerda.

En esos cinco días fueron muchas las cosas que le impactaron y que ya no se le olvidarán, pero entre ellas, dos especialmente.

«Lo primero que me impactó fue el momento de entrar dentro del edificio principal, porque se veía la decoración a base de maquetas de cohetes, naves espaciales, satélites, astros, simuladores...», pero con el avance de los días, la sensación que la embargó fue «que la carrera espacial es mucho más amplia de lo que pensamos. Conforme íbamos escuchando las presentaciones en las exposiciones y hablamos con los que trabajaban allí, yo me di cuenta que estamos mucho más avanzados de lo que en realidad podemos imaginar y creemos. La tecnología es capaz de lograr grandes retos».

Es por ello que para Claudia Ibáñez ha sido una experiencia que realmente contribuirá a marcar su futuro. «Ha sido una experiencia increíble, ojalá pudiera repetirla, y me llevo mucho de la gente de la que he aprendido, que he conocido y todo lo que he visto», subraya.

Claudia Ibáñez.
Claudia Ibáñez.

«Quiero construir cohetes y naves espaciales»

Además de todo lo que ha aprendido en el viaje, lo que ha conseguido esta experiencia ha sido sobre todo reafirmar a Claudia Ibáñez en su intención de estudiar Ingeniería Aeroespacial. «Antes del viaje no lo tenía completamente claro y después de esta experiencia estoy cien por cien segura», afirma. Una formación que le gustaría llevar a cabo en Madrid, en la Universidad Politécnica.

Y es que el espacio es algo que como ella misma confiesa le fascina. «Hace unos años que empecé a leer libros de física y matemáticas del espacio y sabía que quería hacer algo relacionado con ese mundo, e ingeniería aeroespacial se ajusta bastante a eso que yo encontraba en los libros».

Sin embargo, no se esperaba todo lo que se iba a encontrar en la NASA. «Lo que más me llama la atención es el diseño y construcción de cohetes y naves espaciales, la exploración espacial, y la parte física de la carrera».

Así, durante los cinco días que pudo vivir dentro de las instalaciones de la NASA le permitieron ver y ponerse en contacto con auténticos ingenieros aeroespaciales, para conocer en qué trabajan y lo que puede llegar a hacer. «Lo primero es conocer muy a fondo lo que nos rodea y, sobre todo los últimos años, el desarrollo de los aviones, cohetes o satélites, que hemos llegado a normalizar, saber cómo funcionan y en un futuro ser capaz de ser experta en eso, me encantaría».

De hecho, Claudia Ibáñez llevaba años deseando llegar a Segundo de Bachillerato, esperando llegar a ser una de las elegidas para poder participar de esta experiencia, pero el parón de esta iniciativa durante la covid-19, prácticamente le había llevado a perder la esperanza de que se pudiera llevar a cabo, pero los sueños se cumplen.

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