El joven Andrey Parrilla Prokopyev, en el Sek Alborán. I. A.

Un ejidense de 16 años, el primer español en ganar el concurso internacional de la NASA sobre asentamientos en el espacio

El joven Andrey Parrilla Prokopyev participaba por primera vez en este concurso anual convocado por la National Space Society junto a más de 6.800 personas de todo el mundo

Inmaculada Acién

El Ejido

Domingo, 11 de abril 2021, 23:32

Se llama Andrey Parrilla Prokopyev, tiene tan solo 16 años, estudia cuarto curso de la ESO en el Sek Alborán y ya es el primer español en la historia del concurso sobre asentamientos en el espacio que organiza la National Space Society (NSS) en colaboración con la NASA que logra el primer puesto en su categoría.

Publicidad

Un mérito al que le llevó su curiosidad y sus ganas por aportar su granito de arena a un tema tan apasionante como es el de poder crear lugares en el espacio donde pueda vivir el hombre y para el que incluso confiesa que tuvo que ser autodidacta y aprender algunos conocimientos matemáticos y de computación que le faltaban para poder desarrollar el proyecto.

«Como vi que el nivel me sobrepasaba un poco, antes de iniciarlo hice algunas lecturas por mi cuenta, sobre todo de temas matemáticos que no sabía y que necesitaba para poder hacer el trabajo, por ejemplo, la geometría que utilicé», explica Parrilla.

Todo surgió a raíz del proyecto personal que todos los alumnos del Sek Alborán tienen que elaborar para concluir Cuarto de la ESO. «Me interesaba bastante la exploración espacial. Empecé a pensar en qué hacer y fue cuando empecé a ver algunas noticias que salían últimamente sobre cómo la NASA iba a lanzar algún objeto a Marte para investigar», apunta este joven estudiante.

Ese fue el detonante para que AndreyParrilla comenzara a preguntarse «si la única manera que tenía el ser humano de vivir en el espacio era colonizando otros planetas o si había otro tipo de formas en las que pudiéramos vivir por períodos prolongados».

Publicidad

«Me enteré del asentamiento espacial en órbita que se basaba en crear estructuras que pudieran sustentar vida, pero que no se localizasen en los planetas, sino por ejemplo en su órbita, algo parecido a la Estación Espacial Internacional, pero en la que los humanos fueran capaces de vivir vidas enteras y por tanto había que utilizar otros mecanismos. Así fue como encontré este concurso que se basaba precisamente en eso y decidí aportar un poco a ese campo», señala Parrilla.

«Cuando vi el concurso, lo primero que hice fue mirar qué había hecho la gente y qué podía aportar yo. Entonces me di cuenta de que todos los investigadores que escribían sobre este tema lo basaban en un sitio concreto, pero no veía que se justificase suficiente el tamaño escogido y temas similares. Empecé a crear un modelo matemático y después conseguí hacer un algoritmo al que le dices varios parámetros y te da las características de la mejor estructura posible», indica.

Publicidad

Proyecto

«Decidí realizar un modelo matemático, ayudándome de la computación. Para ello me basé en algunas necesidades humanas que deberían cumplirse en el espacio y sobre ello creé las condiciones a nivel matemático que debería cumplir la estructura. Por ejemplo, como hay estado de ingravidez y eso puede ser muy perjudicial para la salud humana, había que encontrar alguna manera de generar esa gravedad artificial. La manera que se propone es la rotación, que es un asunto sobre el que ya se venía investigando», explica Andrei Parrilla, quien añade que empezó entonces «a crear el modelo matemático y después conseguí hacer un algoritmo al que le dices que le dices varios parámetros y él te da las características de la mejor estructura posible».

Para ello este estudiante tuvo que determinar una serie de conceptos preliminares como las necesidades humanas, entre ellas la gravedad artificial, la protección frente a la radiación, hablar sobre la localización y cómo se conseguiría la energía.

Publicidad

Dos meses y medio después, tenía listo su proyecto. «Fue una experiencia intensa a nivel intelectual, pero fue bastante gratificante porque aprendí bastantes cosas», confiesa. Como premio cree que le invitarán «a hacer una presentación de mi trabajo en una conferencia anual que organiza la NSS en colaboración con la NASA».

Compartir el conocimiento

Andrey no quiere que su aportación se quede en un simple reconocimiento o mención en un concurso y ha comenzado ya a contactar con revistas especializadas y editoriales con el objetivo de poder publicar su estudio y compartirlo con el resto del mundo. «El objetivo que yo tenía era el de intentar acelerar todos los procesos y aunque esté mal, serviría para que otros lo critiquen y que al final se consiga la respuesta correcta».

Publicidad

No obstante, Parrilla señala que «aparentemente los resultados son válidos, por lo que las conclusiones pueden ser muy positivas para aquellos que se interesen por este campo».

De hecho, desde la revista de la NASASpace Society ya le han indicado que acorte su trabajo, de 100 páginas y «que intentase aplicarlo a una conferencia internacional que se hace en EEUU en relación a la exploración espacial».

En caso de no conseguir que se lo publiquen, él mismo está dispuesto a hacerlo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad