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Inicio de la construcción del Hospital de Poniente.
«Diagnosticaba los infartos a ojo por los síntomas, no tenía electrocardiografía»
El Ejido: 40 años de la construcción de una ciudad

«Diagnosticaba los infartos a ojo por los síntomas, no tenía electrocardiografía»

En 1979 El Ejido era la cabecera del Servicio Ordinario de Urgencias de la zona pese a que aún pertenecía al municipio de Dalías

Inmaculada Acién

El Ejido

Viernes, 9 de septiembre 2022, 09:34

«No teníamos ni Juzgado, ni Registro Civil, pero ya éramos el centro sanitario de la zona», señala SerafínBalaguer, médico y gerente de Policlínica del Poniente, recordando cómo era El Ejido en el comienzo de los años 80 cuando aún no se había producido el cambio de capitalidad y la posterior segregación de Dalías y Celín de El Ejido, hecho del que se conmemorará su 40 aniversario el próximo 11 de septiembre.

Y es que en 1979, El Ejido era y cabecera del Servicio Ordinario de Urgencias de la zona y también cabecera del subsector de la Seguridad Social. Todo ello pese a que los recursos con que contaran fueran escasos por la época.

«En verano de 1980 venía de acabar la carrera.Tenía 27 años y en esa época, el primer año estuve en El Ejido haciendo diferentes interinidades». Durante aquel tiempo confiesa que las condiciones sanitarias eran «horribles. Yo estaba pasando consulta en el ambulatorio que hizo el Insalud y que se ubicaba donde hoy se encuentra la Comisaría de la Policía Nacional. Era la única infraestructura sanitaria pública que había», mientras que los núcleos de Balerma, Santa María del Águila y Las Norias contaban cada una con un médico y una farmacia.

«En el ambulatorio pasábamos consulta tres médicos. Afortunadamente a las cinco de la tarde entraba en funcionamiento un servicio de urgencias de la sanidad pública, pero no teníamos nada».

Un servicio de Urgencias que atendía a la gente de El Ejido y a la gente de alrededor.

«El ambulatorio tenía abajo Urgencias, unas cuantas consultas, el despacho del practicante, enfermeros y en la parte alta estaba previsto que hubiera alguna especialidad y la hubo al cabo de algún tiempo. Era un ambulatorio del Instituto Nacional de la Salud (Insalud)». De hecho, fue el primero en concederle al municipio de El Ejido la prioridad que tenía por población y por ubicación.

Sin embargo, los medios de los que disponían para realizar el trabajo sanitario no eran los suficientes.

Y es que como confiesa Serafín Balaguer la situación llegaba al punto de que él «diagnosticaba los infartos a ojo, por los síntomas, porque no tenía electrocardiografía. Tenía cuatro medicamentos de urgencias, y unos enfermeros con mucha experiencia y muy buenos, que ayudaba mucho afortunadamente».

Serafín Balaguer, gerente de Policlínica del Poniente Grupo HLA. I. A.

Poco después de marcharse sí recuerda que llegó un especialista de Pulmón y Corazón, como se llamaba entonces, y que fue José Mari Albacete, que después fue presidente de la Cruz Roja.

Posteriormente y pese al nacimiento del municipio de El Ejido como tal y al crecimiento poblacional, los recursos sanitarios continuaban siendo escasos.

«En el año 1993 cuando abrió la Policlínica el motivo fue que al ambulatorio llegaban muchos accidentes laborales que no le competían a la sanidad pública, sino que tenían que ser atendidos y financiados por las mutuas patronales de accidentes de trabajo», señala, al tiempo que añade que «los empresarios no paraban de quejarse a la Mutua de que no tuviesen ningún centro propio por aquí, pero las mutuas aludían a que el Ministerio de Trabajo no les autorizaba por el número de cartillas».

Eso llevaba a que la primera atención fuera en la atención pública, que ni cobraba ni podía formalizar los partes de baja ni de alta, ni mantener el tratamiento de curas o derivarlos al servicio público «y eso era un trastorno muy grande para los trabajadores y para las empresas, porque tenían que ir a Almería a las instalaciones de la Mutua», señala Serafín Balaguer.

Fueron precisamente las mutuas las que animaron a los empresarios a buscar profesionales del sector que quisieran hacerse cargo de crear un centro médico con asistencia 24 horas, que contara con médico y enfermera, traumatólogo, fisioterapeuta y radiología, a cambio del compromiso de concertar todo con esa nueva clínica. «Entonces me llamaron a mí y otros más y nos tiramos para adelante. Así nació Policlínica del Poniente, que tenía entonces mejores servicios que la sanidad pública aquí con diferencia, con una equipación muy completa de radiología convencional, mamografía, ortopanto, TAC, además de fisioterapeutas. Ya incluimos pediatría, ginecología, y aquello fue una explosión. Gracias al sector productivo de este pueblo la clínica pegó un tirón espectacular, hasta el punto de que se nos hizo pequeño y a los ocho años ya estábamos buscando ubicación nueva».

La propuesta de un Hospital de Poniente fuera del Poniente

Cuando la Policlínica del Poniente abrió sus puertas aún no se había construido el Hospital de Poniente. Un hospital que paradógicamente no se preveía construir inicialmente en el Poniente.

«Inicialmente se decía que el Hospital Comarcal iba a estar en el Parque Nicolás Salmerón de Almería, que el Hospital Provincial iba a ser nuestro Hospital Comarcal», recuerda Serafín Balaguer, al tiempo que añade que cuando le propusieron entrar en la candidatura para las municipales, le dijo a Juan Callejón que «eso lo habían aceptado por disciplina de partido, pero que si yo entraba en la candidatura, la condición es que El Ejido necesitaba un Hospital Comarcal. Sabemos que cuesta mucho la inversión y mantenerlo cada año, pero no tenía sentido irse a un hospital viejo a más de 30 kilómetros de aquí».

Así, cuando empezó esa legislatura en 1987 «lo primero que hicimos Juan Callejón y yo fue irnos a visitar a Eduardo Errejón que era consejero de Salud y decirle que si en El Ejido había una manifestación para exigir un hospital comarcal, nosotros la íbamos a encabezar. Se montó un follón, pero al final se accedió».

También recuerda Serafín Balaguer el debate sobre la ubicación de ese hospital comarcal, puesto que la familia Espinosa había ofrecido terreno gratis en Ejido Norte.

«Nosotros teníamos la idea de que la autovía que se iba a hacer tenía que vertebrar al municipio y el hospital solo podía estar al lado de la autovía», afirma.

Finalmente, el Hospital de Poniente terminó abriendo sus puertas en 1996 con el inicio de la actividad en las Consultas Externas y cerca de un centenar de profesionales, y ubicado junto a la autovía, frente al Centro Comercial COPO.

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