Detenido en El Ejido por grabar bajo la falda de la empleada de una papelería

Los hechos se produjeron tras las sospechas de los empleados del negocio de que el varón podría estar obsesionado con la dueña del establecimiento cercano a la calle John Lennon, y, según ha podido saber este periódico, se trataba de un cliente habitual de la tienda a quién la víctima conoce desde hace más de 20 años.

El personal de la copistería sorprendió al detenido, en alguna ocasión, aguardando durante una hora y media, agazapado en un negocio cercano, esperando a que la empleada se quedara sola en la tienda. Y cuando no acudía a trabajar, el encartado tampoco aparecía. También comprobaron cómo las visitas aumentaron de dos veces por semana a ser diarias. En su modus operandi, siempre solicitaba el mismo servicio en una máquina cortadora, ubicada fuera del mostrador, que requería que la víctima tuviera que inclinarse para hacerla funcionar. El varón se colocaba detrás de ella, a escasos centímetros, pero sin llegar a rozarla.

Con el paso del tiempo la víctima se percató de que cada vez que acudían a la máquina, esta persona elevaba de forma extraña su pierna izquierda, pensando que podría tratarse de un tic nervioso hasta que vio cómo el detenido se quitaba un dispositivo electrónico del zapato y se lo guardaba en el bolsillo. Una acción que hizo saltar las alarmas, provocando que se revisasen las cámaras.

De este modo, comprobaron cómo el encartado apuntaba con su zapato debajo de su falda y cómo se llevaba la mano al tobillo para coger un objeto e introducirlo en el pantalón. Una situación que provocó en la mujer un sentimiento de angustia e inquietud, por lo que puso los hechos en conocimiento de la Policía Nacional.

Tras la denuncia de la víctima, y una vez que los investigadores analizaron las imágenes, los agentes establecieron un dispositivo en los alrededores del comercio en el que interceptaron al presunto autor de las grabaciones. Los agentes detuvieron al implicado, que no ofreció resistencia, y comprobaron que portaba dos dispositivos de grabación de pequeñas dimensiones ocultos entre el zapato y el calcetín.

El arrestado entregó los dos dispositivos de grabación de pequeñas dimensiones que tenía operando entre el zapato y el calcetín, con las lentes apuntando hacia la zona superior, cubriendo un amplio rango de filmación. Del mismo modo, también manifestó de manera espontánea que venía realizando este tipo de actividades desde hacía un año y medio y que poseía más imágenes de otras mujeres guardadas en un dispositivo de almacenamiento en su despacho profesional.

Tras la sospecha de que pudiera haber realizado este tipo de acciones delictivas con otras mujeres y de que pudiera tener almacenado material videográfico de estas características, se llevo a cabo un registro en su local donde se intervinieron distintos dispositivos de almacenamiento en los que los especialistas en ciberdelincuencia exploraron la existencia de otras posibles víctimas. Igualmente se aseguraron que las imágenes no habían llegado a ser compartidas en la red.

Así, los investigadores comprobaron que el material utilizado se anunciaba en un conocido portal de compra-venta en internet como unos dispositivos que no serían vistos por nadie. «Nadie se dará cuenta. Se oculta fácilmente sin llamar la atención. Esta cámara es ideal en para funciones de vigilancia en sitios como (…) locales y tiendas donde no disponga de una conexión a internet (…)».