Cuatro décadas acercando la cultura

Hace 40 años que la Papelería Librería Olvera abrió en la esquina de la calle Lobero, en pleno corazón de El Ejido entonces y también ahora.

En aquel momento no estaba aún el Ayuntamiento en su ubicación actual y la plaza mayor era un descampado donde los niños jugaban y junto al que había plantadas parras. Una imagen que ha ido cambiando y mucho con los años. Pero hay algo que para Lola Olvera no ha cambiado. «El Ejido entonces era muy dinámico y muy activo. Siempre lo ha sido y considero que sigue siéndolo».

Un establecimiento que arrancó de la mano de dos hermanos que llevan el olor a libros y lápices en su piel desde muy niños. Enamorados de su trabajo, con el que han contribuido cada día a esparcir la pasión por la cultura en el municipio y que como reconocen han mamado desde chiquititos.

«La primera papelería que abrió en El Ejido era de nuestros tíos, Papelería Jiménez, que estaba frente al Orenes. El primer archivador que vino a ElEjido lo trajo él. Tenía yo seis años entonces», explica Lola Olvera.

Segunda parte de esta historia

El 28 de septiembre de 1981, Florencio Olvera abría por primera vez las puertas de la papelería Olvera. Cuatro décadas después tanto él como su hermana Lola creen que ha llegado el momento de escribir la segunda parte de esta historia y que savia nueva se haga cargo del negocio con energías renovadas, nuevos proyectos e ilusión, la misma o más con la que ellos comenzaron y que les ha hecho avanzar y crecer en todos estos años.

Desde el pasado mes de diciembre, el cartel de 'Se traspasa por jubilación' ocupa gran parte de los cristales de sus escaparates, esos en los que durante años han mostrado todas las novedades de temporada, esos inicios de cole donde mochilas, archivadores y libretas creaban un arco iris de colores que hacían que a uno le entraran ganas de estudiar con tal de estrenarlos, en los que cada Navidad ha lucido un tradicional y gran Belén, y en el que las últimas novedades en literatura invitaban a sumergirse en nuevas historias.

«Esto necesita gente joven y nuestros hijos tienen ya sus trabajos», explica Florencio Olvera.

Desde que en diciembre colgaron el cartel de traspaso ha habido algunas personas que se han interesado, pero de momento nadie que se haya decidido a tomar las riendas de un negocio referente en el municipio, que todo el mundo conoce.

Y es que como señala Lola Olvera coincidió justo con el inicio de la tercera ola de covid-19. «Ha habido gente interesada pero a ver si se deciden. Hay gente que te pregunta, pero no conocen el negocio, no conocen el material y aunque todo es querer y ponerse, también es necesario conocer un poco sobre el negocio».

Sin embargo, esperan y desean que aquel proyecto que iniciaron y que durante 40 años se ha convertido en su vida, continúe a partir de ahora para mejor, «con savia nueva, con ganas de trabajar, con proyectos e ideas nuevas», incide Lola Olvera, quien subraya que «tal y como está la papelería ahora mismo es sostenible, pero con savia nueva mucho más, porque siempre aportará ideas, proyectos, pueden incorporar las nuevas tecnologías y si trabajas a nivel de mass media y publicidad online, puedes duplicar y triplicar las ventas».

El olor a libro

Sobre la irrupción del libro electrónico Lola Olvera señala que no ha notado el impacto. «A nuestros clientes les gusta el tacto y el olor de los libros y eso no te lo da un libro electrónico». Y son miles los libros que han vendido y siguen vendiendo cada año.Es por ello que afirma sentirse «muy orgullosa de haber contribuido a la cultura del pueblo y ojalá hubiera más gente a la que le gustara».