Inmaculada Acién
El Ejido
Sábado, 6 de mayo 2023, 22:56
Lanzarse al mercado laboral a la búsqueda de un trabajo puede convertirse en muchas ocasiones en una odisea. Cómo realizar esa búsqueda, cómo saber en qué áreas encaja mejor el perfil de cada persona, cómo elaborar un currículo o afrontar una entrevista de trabajo y, lo más importante, disponer de los conocimientos adecuados para aquellos ámbitos laborales donde existe una mayor demanda de perfiles profesionales y tener la experiencia que en la mayoría de ocasiones se requiere, son aspectos que se convierten en barreras con las que se topan muchas veces las personas demandantes.
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Aspectos todos ellos en los que desde Cruz Roja se trabaja a través del Plan de Empleo. Un área en el que la Asamblea Local de Cruz Roja en El Ejido consiguió el pasado año atender a 250 personas, ayudándolas tanto en la mejora de sus competencias básicas y transversales, como en sus competencias técnicas, con una formación profesional y prácticas certificadas en empresas, además de un acompañamiento en la inserción, tutorización y seguimiento, orientación y sondeo del mercado de trabajo local.
Este intenso trabajo permitió la inserción laboral de cerca de un centenar de personas.
Una de esas personas que consiguió encontrar trabajo a través a Cruz Roja y darle una vuelta a su vida fue Lidia Cervilla. Cruzar la puerta de Cruz Roja fue para ella descubrir un mundo desconocido. «Lo único que sabía de Cruz Roja era que ayudaban a las personas que tienen necesidades para comer, no sabía que también ayudaran en materia de empleo. Me enteré a través de una amiga», explica. Eso la empujó a dejar su currículo primero y posteriormente a inscribirse en un curso de Auxiliar de Ayuda a Domicilio gratuito. «Durante muchos años trabajé de dependienta en una tienda de ropa y cuando acudí a Cruz Roja acababa de terminar la campaña en el manipulado, en un almacén hortofrutícola. Pero quería un cambio», confiesa Cervilla.
Durante más de 100 horas recibió una formación teórica, pero a la vez muy práctica. «En la teoría aprendí mucho porque tuvimos incluso a un fisioterapeuta para explicarnos cómo realizar los movimientos y colocar a las personas en cama o levantarlos de la silla, sin hacerles daño ni hacernos daño. Nos ponían casos reales y nos trasladaban su experiencia».
Junto a la formación teórica de la mano de Clece, Lidia Cervilla también tuvo prácticas en domicilios de usuarios. Tras finalizarlas, su incorporación laboral fue inmediata. «Hasta el momento estoy con contratos de sustituciones, con el tiempo, si están contentos, espero que me hagan contratos de más larga duración», señala, al tiempo que afirma que está contenta tanto con la formación como con esta nueva oportunidad laboral. «En el curso conocí a compañeras muy majas, hicimos piña e incluso tenemos un grupo de whatsapp para no perder el contacto».
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Tan positiva fue su experiencia que ahora es su pareja quien ha recurrido a Cruz Roja. «Mi novio quiere formarse en temas de Administración. Él es administrativo, pero estudió en México y quiere reciclarse y adaptar su formación a España. Ahora mismo está trabajando, pero son pocas horas y quiere mejorar», explica Cervilla.
Como Cervilla, Fátima Elouazzani también encontró trabajo gracias a Cruz Roja. Ella tampoco conocía este ámbito de actuación de la ONG.
A través del Plan de Empleo realizó un curso de Operaciones Auxiliares de Comercio y Almacén, que complementó con otros talleres como Manejo de Carretilla y Manipulador de Alimentos, así como otro de herramientas digitales para la búsqueda de empleo. Posteriormente, hizo prácticas certificadas en una tienda de moda de El Ejido donde tras las 40 horas de prácticas se quedó trabajando. «Terminé a las dos de la tarde mis prácticas y a las seis de la tarde de este día ya estaba firmando el contrato indefinido», señala. Son pocas horas de momento las que trabaja, pero valora la importancia de estar sumando experiencia, algo de lo que carecía, y además existe un gran ambiente de trabajo con las compañeras.
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«Nunca había trabajado en atención al público, pero me gusta hablar con la gente, me gusta mucho la ropa y la moda, y asesorar a las personas, poder ayudarlas», explica, al tiempo que destaca que el curso también le ha permitido conocer gente y ampliar su entorno, que hasta ese momento se circunscribía a su círculo familiar.
«Los resultados se pueden ver a corto plazo como en el caso de Lidia o Fátima, pero también a medio plazo, porque nosotros seguimos moviendo el currículo entre las empresas, atendiendo a las demandas de empleo que generan», explica Lola Pérez, técnica de Empleo de Cruz Roja.
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Son muchas las empresas en El Ejido con las que tiene convenio de colaboración la Asamblea Local de Cruz Roja El Ejido para la realización de prácticas y la participación en bolsas de trabajo, pero el objetivo que se marcan es ampliar aún más esa red este año. «La actividad neurálgica del Plan de Empleo está concentrada ahora mismo en El Ejido, Almerimar y Santa María del Águila, pero nos gustaría extendernos a otros núcleos como San Agustín y Balerma. Aprovechamos para hacer un llamamiento a todo el comercio o empresas hortofrutícolas de la zona a que colaboren», señala Lola Pérez.
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