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Inmaculada Acién
El Ejido
Sábado, 28 de agosto 2021, 23:25
La crisis del ladrillo llevó en 2009 a José Javier Rodríguez a darle un giro a su vida y convertirse en ganadero de caprino tanto para leche como para crianza. Es una de las granjas de leche que se ubican en el término municipal de El Ejido.
Confiesa que en aquel momento éste era un mundo desconocido totalmente para él. Pero algo más de una década después afirma que no cambia esta profesión por volver de nuevo a la construcción porque «la calidad de vida que tengo ahora no la tenía antes».
De hecho, en este tiempo, José Javier Rodríguez se ha llegado a convertir en presidente de la asociación nacional de Caprino de Raza Murciano-Granadina (Caprigran).
«Tenía un amigo que trabajaba conmigo en la construcción y se quedó parado antes que yo. Se pegó con su suegro que tenía cabras y me empezó a comentar que entonces la leche tenía buen precio, le dejaba un buen sueldo y estaba a gusto», explica Rodríguez, quien comenzó a darle vueltas a la cabeza y a echar las cuentas de la lechera, pero como en el cuento el cántaro se le rompió.
Y es que sus comienzos fueron complicados. «Empecé en 2009 en Berja, en unas instalaciones a renta y ese año hubo la peor crisis de precios de la leche que he conocido yo en 11 años que llevo trabajando», y para colmo empezó con animales que no estaban bien. «Tuve que renovarlas todas. Compré animales pequeños de otra explotación, criarlos a parte y sustituir las primeras».
Las cabras conviven con muchas enfermedades y entre ellas la tuberculosis. Un problema que ha llevado a la ruina y a cerrar a muchas explotaciones en España.
En la comunidad autónoma de Andalucía existe un programa de control de la tuberculosis en el ganado caprino al que se pueden adherir de manera voluntaria las personas titulares de las explotaciones ganaderas. Un programa de ganadería libre de tuberculosis al que José Javier Rodríguez se adhirió desde el inicio.
Este ganadero cuenta con una explotación de unas 350 cabras adultas dedicadas a la producción de leche y a la crianza. «Para mí dejo unas 70 de reposición al año. Crío todas las hembras que nacen y parte de los machos los destino a sementales para la venta en reposición de otras explotaciones», comenta Rodríguez.
En este sentido, como señala, la leche siempre genera muchos más ingresos que la venta de animales, aunque la venta también pueda dejar unos ingresos importantes. Sin embargo, la mejora genética es fundamental para mejorar el sector y a ello dedica este ganadero parte de sus esfuerzos.
Escasez de mano de obra
Por otra parte, su objetivo es estabilizarse en 400 cabezas de ganado para generar otro puesto de trabajo «porque la mano de obra es lo más complicado que tenemos aquí y para no depender de una sola persona».
De hecho, la realidad es que «hay poca gente que se quiera dedicar a él y es un sector un poco complicado porque trabajas todos los días. Es verdad que nos organizamos para poder librar, pero una explotación como esta requiere que acudas todos los días, sea domingo o festivo. Siempre tiene que haber alguien y no hay tradición ganadera en esta zona», subraya Rodríguez.
Tal es así que este ganadero las características que busca en un empleado no son conocimientos en el sector, sino «formalidad y ganas de aprender, porque no se tarda tanto en aprender lo básico y con el tiempo se adquiere experiencia». De hecho, como recuerda, él mismo empezó sin conocimientos, simplemente guiado y aconsejado por los veterinarios. «He cometido todos los errores del mundo que se pueden cometer, he aprendido de ellos y al final hemos aprendido la profesión y a funcionar bien», afirma.
«Se ven muchas explotaciones que cierran por no tener relevo»
José Javier Rodríguez es joven, aún no ha cumplido los 39 años y pese a que asegura que él no cambiaría su profesión ahora por otra, también ve con pesar cómo el relevo generacional en este sector cada vez es más complicado. «La mayoría de la gente joven no quiere dedicarse a este tipo de trabajos, aunque sí están entrando ganaderos jóvenes que está funcionando muy bien, porque son ganaderos que ha iniciado la actividad con una mentalidad innovadora, haciendo mejora genética desde el primer momento y haciendo gestión», afirma este empresario.
Es por ello que tiene claro que «la gente joven que se incorpora tiene futuro, aunque la realidad es que se ven muchas explotaciones que cierran por no tener relevo».
En relación a la mejora genética, José Javier Rodríguez lleva años trabajando ese campo y anima a la gente que entra en el sector caprino a que coja una raza pura, se meta en una asociación y se ponga en manos de los técnicos, para mejorar el futuro de este sector.
Así, señala que «en Andalucía hay cuatro razas de caprino de leche puras que están haciendo mejora genética y entre las cuatro los últimos datos que manejo son que había solo unos 250 ganaderos, cuando en Andalucía hay sobre unas 7.000 explotaciones de cabras».
En la asociación que Rodríguez preside desde hace seis años, asociación nacional de Caprino de Raza Murciano-Granadina, disponen de «un equipo de genetistas que hacen tanto la evaluación genética como el ADN y es fundamental para mejorar la raza».
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