Irene Doher y Paloma García-Consuegra, actrices
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Irene Doher y Paloma García-Consuegra, actrices
Inmaculada Acién
El Ejido
Miércoles, 8 de mayo 2024, 22:38
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El Festival de Teatro de El Ejido vuelve al Teatro Municipal y lo hace transformándolo esta tarde, desde las 20.30 horas, en un taller de costura clandestino para acoger la obra de la compañía 'Livianas Provincianas' y su obra 'Es mi hombre', al que dan vida Irene Doher y Paloma García-Consuegra. Un cabaret divertido, tierno, reivindicativo y gamberro en el que se mezcla la música en directo con mucha improvisación, humor y un sentido homenaje a la historia de madres y abuelas.
–¿Cómo se conjuga lo de tierno y lo gamberro?
–Paloma García-Consuegra (P. G.): Nace como un homenaje a nuestras madres y nuestras abuelas, porque partimos de rescatar un género como el cuplé, que parece que no pertenece a nuestra generación, pero con el que hemos conocido la educación sentimental que han recibido nuestras madres y nuestras abuelas a través de sus letras.
–Irene Doher (I. D.): Creemos que es tierno porque estamos presentado a dos personajes, la Berta y la Reme, que vienen con sus miedos, frustraciones, su vulnerabilidad a la capital. Y divertido y gamberro porque son antidivas del cuplé. Son dos modistillas que tienen muy poca vergüenza y están cogiendo un repertorio en su mayoría cuplés picantones e improvisan mucho con el público.
–¿Por qué se llama 'Es mi hombre?
–I. D.: Porque entre el repertorio incluimos el cuplé 'Es mi hombre', que fue el punto de partida de todo nuestro proyecto. Hay algo de esa música que pertenece a un pasado que desconocíamos, mucho más libre y más divertido de lo que en nuestra cabeza era el pasado de España, pero a la vez daban unos puntos de vista sobre la educación sentimental que nosotras no compartimos. Después de hacer la obra nos hemos dado cuenta que lo que hemos hecho ha sido una deconstrucción del amor romántico a través de las canciones que en su inmensa mayoría hablan de amor.
–¿Cuánto tiempo lleva esta obra rodando por los escenarios?
–P. G.: Esta obra se escribió en 2016. Llevamos como compañía desde entonces y fue nuestro primer espectáculo. Ocho años después seguimos representándola.
–I. D.: Paloma y yo nos conocimos recién llegadas a Madrid en el grupo de teatro de la Universidad y ahí fue donde conocimos el repertorio de cuplés, hace 18 años. Estuvimos años dándole vueltas a la cabeza de qué hacer con ellos, hasta que nació Livianas Provincianas.
–Mucho tiempo para una obra.
–P. G.: Es una obra que está viva, se sigue escribiendo y va mutando, porque hay mucha improvisación con el público. Además seguimos metiendo canciones nuevas, por eso cada representación es como si fuera una primera vez. De hecho, tenemos personas que vienen a verla una y otra vez cuando tienen oportunidad porque dicen que cada vez es diferente.
–I. D.: Tenemos tres espectáculos con los mismos personajes y los personajes en evolución. Al hacer la tercera parte hemos creado público nuevo que ha querido revisitar la primera y segunda parte. Por eso estamos volviendo.
–El cuplé de presentación de la obra es propio. ¿Hay más letras propias en los cuplés de la obra?
–P. G.: La mayor parte de las canciones tienen sus letras originales y son de finales del siglo XIX, principios XX, pero tenemos un par de piezas originales que son composiciones de Pedro Granero. Propias son la canción de apertura, que es la chirigota de Livianas Provincianas, y el popurrí del final.
–Hay algunas letras en esas canciones antiguas que quizás no distan mucho de las que se escuchan hoy en día.
–I. D.: Sí, pero quizás antes se decía con un doble sentido, nunca a la bravas, sino de una manera sutil, con referencias muy eróticas, pero sin decir nada soez. Por ejemplo, el cuplé de 'La Regadera' empieza diciendo 'Tengo un jardín en mi casa, que es la mar de rebonito, no tengo quien me lo riegue y lo tengo muy sequito'. Cada uno que interprete.
–P. G.: Reivindicamos el cuplé picantón a muerte porque nos parece liberador y divertido, pero también hay otras letras que en su momento podían parecer divertidas y que a nosotras escucharlas hoy nos pone los pelos de punta y aunque no cambiamos la letra sí damos nuestro punto de vista.
–Dos personajes que comparten profesión, pero muy distintas a priori. ¿Qué las une?
–I. D.: Cariño, cuidados... son amigas de toda la vida. Es cierto que son muy diferentes, pero también se complementan mucho y solo se tienen la una a la otra en Madrid. Son, como se suele decir, la familia elegida. Ambas salen adelante en un universo muy hostil, porque están solas en Madrid, sin una red de apoyo. Además, como ya tenemos la trilogía, es muy interesante ver cómo esas personalidades han ido evolucionando a lo largo de los tres espectáculos. Ahí dejamos el germen y la semilla para que vuelvan a contar con nosotras en próximas ediciones del Festival de Teatro para ver esa evolución de los personajes.
–Berta ha pasado su vida temiendo al qué dirán, la importancia de la imagen que se daba en los pueblos.
–I. D.: Nuestros personajes vienen del pueblo y para nosotros, en la dramaturgia, el pueblo representa el antes, mientras que la ciudad es el ahora. Es como si en el viaje del pueblo a la ciudad hubieran pasado cien años. Yo me conecto con esa sensación de la diferencia entre pueblo y ciudad y de esa liberación del juicio ajeno que supone el paso del pueblo a la ciudad y que exploramos en las tres obras.
P. G.: Pero no se trata al pueblo desde lo despectivo, sino que también hay un homenaje a las identidades rurales y al éxodo que ha tenido que hacer tanta gente desde su sitio de origen hacia otros lugares para poder encontrar una oportunidad laboral. Ellas son provincianas y lo llevan por bandera.
–¿Qué feedback han recibido?
–I. D.: Tenemos un público muy fiel. La gente mayor se sabe el repertorio y se emociona de volver a escuchar estos cuplés y para la gente joven es un descubrimiento como fue para nosotras. No se lo pueden creer que algo aparentemente tan moderno tenga tanta historia. Y no, esta cosa tan punki tiene 100 años.
P. G.: Nuestros seguidores se autodenominan Provincianers.
–Una obra para disfrutarla varias generaciones juntas.
–I. D.:. Totalmente, esta obra lo que genera es que vayan familias enteras y lo disfruten.
–P. G.: Creo que una de las cosas que hemos conseguido con esta pieza es aunar públicos. Es cierto que comenzamos el proyecto por algo que nos gustaba, pero nos hemos terminado dando cuenta de que hemos creado un espectáculo que une a gente de muchas edades.
–¿Qué le dirían al público?
–P. G.: Que estamos deseando el encuentro con ellos, que es donde nos sentimos más felices. Además, estamos muy contentos de estar en Andalucía por primera vez.
–I. D.: Esperamos que el público lo disfrute, que se lo recomienden a toda su familia, que vayan todas las vecinas, las amigas, las tías, que se junten, se pongan un clavel en el ojal y vayan a pasárselo bien porque al final es una fiesta.
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