La Cata de Vinos de San Marcos sabe a la bodega Barea Granados

La caja escénica del Teatro Auditorio de El Ejido volvió a ser el escenario el jueves por la noche como ya es tradición de la Cata de Vinos de San Marcos.

Alrededor de 120 personas se dieron cita un evento que como siempre llenó y además en pocas horas todas las plazas disponibles y en esta edición con protagonismo de Padules, donde tiene sus raíces la bodega cuyos vinos fueron objeto de la cata.

Vino tinto y vino blanco que combinaron los asistentes entre cata y cata con unos exquisitos tomates Raf, cortesía de Agroponiente, una degustación de jamón a cargo de D'Pata Negra y una degustación de aceite por parte de Oleoalmanzora.

La cata permitió a los asistentes adentrarse en un mundo de aromas, texturas y sabores muy especial en el que se maridó la gastronomía con la enología.

Manuel Barea, propietario de la bodega, explicó que llevan elaborando vinos desde 1967. Situados a 750 metros de altitud, en terrenos calizos, que transmiten los matices de la Alpujarra almeriense, sus caldos muestran en cada copa la personalidad y el carácter único de los viñedos.

Los asistentes pudieron degustar Almeriño, un vino blanco muy equilibrado, fresco en boca y con matrices de fruta blanca, melocotón y cítricos.

Asimismo, los asistentes también probaron el vino blanco Boliñeba, 100% Viognier, recogido de los viñedos de manera manual y a primera hora de la mañana para conseguir una temperatura óptima para su elaboración. Un caldo de un amarillo dorado, de textura sedosa al paladar, con agradables aromas a frutas maduras con un final largo y fresco.

Tras los blancos, llegó su tinto también Boliñeba, una selección de las mejores uvas Tempranillo al 60% y Merlot al 40% con agradables aromas a frutos rojos y toques ahumados y un toque suave y sedoso al paladar.

La concejala de Cultura, Elena Gómez, fue la encargada de dar la bienvenida a esta cita.

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