Imagen de niños acudiendo al colegio de Pampanico, teniendo que andar por la calzada. I. A.

El barrio de las 100 viviendas de Pampanico se siente abandonado

«Estos barrios para las administraciones públicas son granos en el culo», afirma el presidente de la asociación Unión Comunidad Gitana de El Ejido pero recuerda que «son personas las que viven aquí»

Inmaculada Acién

El Ejido

Lunes, 6 de marzo 2023, 17:57

El barrio de las 100 viviendas de Pampanico tiene problemas de seguridad vial desde hace meses. El presidente de la asociación Unión Comunidad Gitana de El Ejido, Antonio Gómez, explica que cada mañana, cuando los niños acuden al colegio Punta Entinas tienen que adentrarse en la calzada, concretamente en la vía secundaria, por la existencia de un contenedor en mitad de la cera, al que no se puede rodear por detrás, lo que provoca una situación de peligro al que no entiende porqué el Ayuntamiento no ha dado solución ya.

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«Si hay un atropello, el que pierde es el niño atropellado y la familia. Se tienen que tomar las medidas para evitarlas», afirma Antonio Gómez, quien afirma que «aunque suene feo decirlo, pero si en vez de pasar los niños de Pampanico, pasaran los niños de algún concejal, eso estaría arreglado».

Pero no es este el único problema de seguridad al que alude el presidente de la asociación Unión Comunidad Gitana de El Ejido. «Las tapas de las arquetas de la luz están deterioradas y los marcos podridos», señala, al tiempo que incide en que «si los cables de la luz ya no van por el subsuelo, sino que van aéreos, qué pintan las arquetas con el peligro que supone que una persona pueda meter la pierna de noche o que vaya despistada andando y tenga un accidente».

Y es que para Gómez el mal estado de esos elementos no es provocado por «vandalismo y porque la gente los rompa, es fruto del deterioro por el paso del tiempo y por no tener mantenimiento». Es por ello que piden que se rellenen, se sellen y se nivelen con las aceras para evitar accidentes indeseados.

De hecho, comenta que ya han tenido que actuar sobre ellos los propios vecinos para intentar asegurar los marcos y que no se hundan porque «podía ocurrir cualquier desgracia».

De esta manera, Gómez se lamenta de que se sienten «totalmente abandonados, parece que este barrio no pertenece al municipio de El Ejido».

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En este punto no duda en apuntar que tanto en Pampanico Alto como Tarambana, «que somos del mismo barrio, todo está nuevo, pero aquí como somos gitanos, somos como bichos y nadie se preocupa. Pedimos que nos tomen un poco en cuenta».

En este sentido, el presidente de la asociación Unión Comunidad Gitana de El Ejido se muestra duro y claro al mismo tiempo al señalar que «es verdad que estos barrios para las administraciones públicas son granos en el culo, pero son personas las que viven aquí», algunas de las cuales les gustaría poder vivir en otras zonas como el centro de El Ejido, a las que les gustaría vivir en el centro de El Ejido, «pero no pueden permitírselo y están obligados a permanecer aquí, lo que no quiere decir que paguen sus impuestos y tengan los mismos derechos que el resto de vecinos del municipio», e insiste Gómez: «los que pagamos nuestros impuestos queremos nuestros derechos y hay mucha gente aquí que lo hace y queremos los servicios de una administración que es para todos», al tiempo que se pregunta si acaso «donde no se recauda no se actúa».

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Asfaltado de calles

La tercera de las demandas que tiene el barrio es el asfaltado de sus calles. «Cómo es posible que estén asfaltando calles que son nuevas y aquí no se asfalten las calles que están con agujeros y deterioradas de muchos años», subraya Antonio Gómez, quien pide que en el próximo plan de asfaltado se tenga en cuenta el barrio, porque «el Ayuntamiento no interviene aquí para nada».

Piden el cambio de las farolas solares por deficiencia de luz

Hace un año que el Ayuntamiento de El Ejido colocó farolas nuevas en el barrio de las 100 viviendas de Pampanico. Farolas que funcionan mediante energía solar y que se Serán las primeras farolas que se convirtieron en las primeras que se instalaban de este tipo en el municipio como una prueba piloto. Sin embargo, los vecinos de este barrio se quejan de que no iluminan lo suficiente y de que a partir de las tres de la mañana el barrio se sume en la oscuridad.

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«Esas farolas que pusieron son una chapuza. Hay muchas que o no encienden o alumbran muy poco, insuficiente para moverse de noche. Y a partir de las tres de la mañana este barrio es como si no tuviera farolas», asegura Antonio Gómez, presidente de la asociación Unión Comunidad Gitana de El Ejido.

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