Ayuntamiento de El Ejido y Cruz Roja perfilan nuevas líneas de actuación conjuntas

El alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, se ha reunido hoy con la presidenta de la Asamblea Local de Cruz Roja en El Ejido, Mari Ángeles Gómez, en un encuentro que ha servido para la presentación oficial de la nueva directiva de la oenegé en el municipio.

La reunión, que ha contado con la participación de la concejala de Servicios Sociales, Almudena Martínez, así como miembros de la nueva junta directiva de Cruz Roja en El Ejido y técnicos municipales, ha permitido fijar futuras líneas de actuación conjunta en proyectos e iniciativas a corto y medio plazo.

Asimismo, se ha planteaddo la posibilidad de firmar un convenio marco que regule y materialice esta colaboración, al tiempo que se establezcan nuevtos protocolos de trabajo.

El máximo responsable municipal ha destacado «la gran labor que realiza este colectivo a lo largo de todo el año a través de distintas acciones dirigidas a colectivos tan importantes como infancia, mayores o desempleados». Asimismo

De igual forma, Góngora ha subrayado la relevancia del voluntariado en programas 'Atención Integral a Personas Mayores', la 'Atención Integral a familias', la 'Atención a personas inmigrantes' o las distintas acciones relacionadas con la Formación y el Empleo o Salud y Socorros, entre otros muchas.

En esta línea, durante el encuentro se han repasado algunos de los programas que ya vienen desarrollando de manera conjunta el Consistorio y la oenegé, poniendo el acento en la evolución del proyecto Caixa ProInfancia, una importante iniciativa cuyo objetivo es romper el círculo de la pobreza que se transmite de padres a hijos y ofrecer a los más pequeños oportunidades de futuro.

Otros asuntos que se han abordado han sido el avance del ERACIS con el que se persigue impulsar actuaciones de empleo y desarrollo comunitario que incidan directamente en la población y en la mejora de la calidad de vida de los vecinos, o los resultados que está dando el Aula de Convivencia Alternativa, en la que el alumnado expulsado comprenda el alcance para sí mismo y para los demás de sus conductas y que aprendan a responsabilizarse de sus propias acciones con los demás.