Amigos y familiares de José Víctor Ferrer, desaparecido en Las Norias, preparan batidas de búsqueda

Se ha cumplido ya una semana desde la última vez que se tuvieron noticias de José Víctor Ferrer Fernández, vecino del núcleo ejidense de Las Norias de Daza. En la tarde de ayer, amigos y familiares se reunieron en las instalaciones de Campoejido para coordinar las primeras batidas previstas para este sábado y domingo, para sumarse así a las labores de búsqueda que están llevando a cabo las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Alrededor de medio centenar de personas con coches particulares tienen previsto comenzar a peinar toda la Alpujarra, empezando por la zona de Berja, en vehículos, para ir ampliando el radio de búsqueda. El primer objetivo es localizar el vehículo en el que todo apunta a que se marchó, un Kia Carnival de color gris plata, con los cristales tintados.

José Víctor Ferrer Fernández, de 47 años, está desaparecido desde el pasado 4 de enero. Ese día señalan algunos testigos que ya lo notaron raro. Acudió como solía hacer todos los días a tomar un café al Bar Karina de Las Norias y allí invitó a todos los clientes que había en ese momento en la barra. Esa misma mañana habló con su mujer, alrededor de las doce y media. Pasó de nuevo por el bar donde compró una botella de agua y donde compartió con algunos conocidos que se iba a ir a la montaña, como señala Joaquín López, amigo del desaparecido y portavoz de la familia.

A las cuatro y cuarto de esa tarde fue la última comunicación que se tuvo de él. Fue un mensaje de whatsapp a su madre diciéndole que no se preocupara, que iba a estar bien. Después de eso, apagó el teléfono y no se tienen más pistas de su paradero. Desde ese momento la familia comenzó a buscarlo, sin que de momento haya conseguido datos sobre su posible paradero.

La preocupación es máxima no solo por los comentarios que hizo antes de desaparecer y el estado de desánimo que mostraba durante las últimas semanas, sino porque además José Víctor Ferrer tenía mediación frente a los fuertes dolores que le aquejaban tras una complicada enfermedad que padeció. Medicación que no se llevó consigo y que según Joaquín López, tampoco ha sacado de su tarjeta sanitaria. Además, tampoco habría sacado dinero, por lo que su entorno baraja que podría disponer de poco efectivo en el momento de su desaparición.

El hecho de apagar el teléfono, junto con el estado de ánimo y la falta de medicación mantiene en un sinvivir a su entorno familiar.

Mientras se aferran a cualquier noticia o pista que puedan facilitarles, amigos y familiares no quieren quedarse esperando y por ello este sábado y domingo llevarán a cabo batidas en coche por la Alpujarra, a las que pueden unirse todos aquellos que quieran colaborar.

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