Crueldad extrema y poca pólvora

Ver y no creer. La crónica del partido parece otra distinta a un marcador de 0-3 como el que se llevó el cuadro celeste de vacaciones de Navidad. Protagonista de un claro dominio durante 79 minutos, sin embargo no fue ejecutor y vio volar 3 puntos merced a su falta de puntería y a la flor de La Hoya Lorca, que ni había aparecido por las inmediaciones del área defendida por García hasta que, en una jugada a trompicones, Neto repelió hacia su propia puerta un centro del lateral Pomares. Después, el hundimiento lógico, con penalti y expulsión de Admonio en un error defensivo y otro error más para dejar solo a Onwu. Se habían bajado los brazos.

Hablar de injusticia en el fútbol es cuando menos arriesgado, pero lo que sucede con el CD El Ejido en su casa en las últimas jornadas se le parece mucho. Gran plantilla la murciana, con el almeriense Molo en la defensa y el ex de la UDA Chumbi en la delantera. Sin embargo estuvo a merced local durante toda la primera parte. Es algo habitual en el equipo que dirige Alberto González en toda la primera vuelta que concluía ante La Hoya Lorca eso de plantar cara a los gallos de la clasificación. El equipo ejidense llegó y no pegó. No se tuvo o bien suerte o bien acierto en las finalizaciones, brillando el meta Dorronsoro, que en un choque con Sofian en un balón parado resultó lesionado y tuvo que ser sustituido en el descanso junto a Chumbi, dejando de delantero centro a Manu Onwu.

Fútbol rápido

El primer centro de Neto en subida del lateral llegó en el minuto 3. Parecía que se iba a producir un desarrollo con posesión de La Hoya y rapidez del CD El Ejido, pero solo hubo otro color sobre el verde y ese fue el celeste. Alfonso tiró flojo desde el pico del área, y tras una fuga por velocidad de Javilillo, Pedro Mérida no fue capaz de armar un buen remate. A ello continuó un tiro distante de Fran Oller en el minuto 7 en un acoso local claro. Se quiso sacudir el cuadro murciano con un balón largo a Onwu, pero García estuvo atento y salió de su área como hombre de cierre. En el minuto 14 hubo una falta en perfecta posición, pero Fran Oller engatilló a las nubes.

El mediapunta ejidense fabricó en el minuto 16 una jugada de mérito con asistencia a Alfonso, al que plantó solo ante el cancerbero del equipo lorquino, Dorronsoro. El remate del extremo celeste fue bueno, pero mejor aún fue la mano del meta por bajo cuando se cantaba el 1-0.

Comenzó una cierta prisa por marcar después de tanta llegada y el equipo se partió, pero supo de nuevo reordenarse. Otra falta de Fran Oller, esta vez más lateral, se ejecutó como centro-chut a la zona de conflicto y Dorronsoro mandó a saque de esquina con apuros. Era el minuto 25 y repitió suerte el 10 del CD El Ejido casi sin ángulo y con el balón en juego desde el otro costado en el 30.

Cabía la ocasión del desánimo, porque se llegaba y no se mojaba. El primer tiro a puerta de La Hoya fue un rechace en su segundo saque de esquina que mandó muy arriba Carlos Martínez, cuando se cumplía el minuto 35 de partido, a lo que respondió Emilio Cubo en el minuto 40 con un tiro tenso y duro buscando el palo corto que se marchó fuera por poco. Se llegaba al descanso después de haber anulado del todo a un equipo de promoción de ascenso, prácticamente inédito.

Ocasiones locales

La segunda mitad tuvo dos ocasiones para el ejidense Pedro Mérida antes de dejar su sitio a Samu Corral, una con el pie arriba en el minuto 47 y otra con la cabeza en el minuto 55, pero sin encontrar la portería del cuadro lorquino.

La Hoya siguió sin acercarse pese a que se le anuló un gol por claro fuera de juego en el minuto 51. Un gran pase de Emilio Cubo al hueco dejó a Fran Oller ante el portero, pero su toque sutil con la zurda lo sacó bajo palos el central visitante Molo, en el minuto 59.+

Todo se volvió más embrollado, y en la única subida de Pomares, con suerte en los rebotes, puso un balonazo atrás desde la línea de fondo que se estrelló en Neto y entró en la portería. Era increíble, pero en el minuto 79 se acabó el partido para el CD El Ejido, después de todo lo que había remado hasta entonces.

El desánimo cundió y Admonio cometió un penalti claro con agarrón a Manu Onwu, vio la tarjeta roja y el atacante no perdonó desde los once metros para sentenciar el choque. La jugada llegó de un error defensivo, como otros dos minutos después otra vez se quedó solo el mismo jugador para firmar un 0-3 totalmente engañoso.