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Javilillo, que abrió el marcador, se escapa de Martín y encara a Bilbo.
FÚTBOL PROVINCIAL

Pasaporte para seguir soñando

El Ejido pasa de ronda manejando el partido en Intxas Gane, donde pese a perder se adelantó por dos veces

FRANCISCO PRIETO LÓPEZ

Sábado, 28 de mayo 2016, 22:12

El Ejido ya está en segunda ronda del play off de ascenso a Segunda División B. El 3-0 de la ida era un resultado más que apetecible y, por si fuera poco, el equipo celeste supo sufrir y marcar rápido para evitar mayores complicaciones. Los tantos de Javilillo y Segura, que se perderá el primer partido de la próxima eliminatoria. demostraron la gran puntería del equipo esta temporada ante un rival que nunca bajó los brazos y que acabó volteando el marcador cuando ya no había tiempo suficiente. Ahora a esperar al sorteo de mañana para saber cuál será la próxima parada en busca de volver después de la refundación a la categoría de bronce del fútbol español.

Sólo hubo un cambio en el once del conjunto celeste. Admonio, tras varios partidos ausente, regresaba al centro de la zaga junto a Álex Bautista desplazando a Segura a su posición habitual de mediocentro. David Fernández era el sacrificado, viendo el partido de inicio desde el banquillo. El Bermeo metió mucho ritmo en el arranque. El mediapunta Josué Dorrio, volcándose a la derecha, se sacó centros peligrosos al segundo palo donde Portillo no supo encontrar portería con sus remates. Un testarazo de Zulueta cerca del palo suponía la tercera aproximación peligrosa en los dos primeros minutos.

Mala pinta

Pintaba mal el partido. A los ejidenses les faltaba un poco de tensión para igualar fuerzas ante un rival más intenso en sus acciones. Pronto despertó gracias a la astucia de Javilillo. El interior derecho propició una contra y Samu Corral cruzó en exceso su remate ante Azkaitz. Era el minuto 6 y los hombres de Alberto González estaban dispuestos a evitar más apuros. El toma y daca siguió en los posteriores minutos y de nuevo los locales desperdiciaban dos buenas oportunidades. Primero el disparo de Egaña tras un pase de la muerte de Martín salió fuera por centímetros y poco después un tiro de Josué Dorrio desde la media luna se estrellaba en el travesaño de la meta de García.

La defensa celeste no acaba de fijar bien las marcas, aunque también hubo pronto una jugada polémica en la que se reclamó penalti por una posible mano de un jugador vizcaíno. El árbitro no lo concedió y el primer cuarto de hora se cumplía con malas sensaciones, dudas y lo bueno era sin duda el resultado. A partir de entonces los ejidenses mejoraron sus prestaciones, ajustaron sus líneas y sobre todo empezaron a tener balón.

Más metidos

El Bermeo, muy vertical hasta entonces, empezó a sufrir con la calidad de un cuadro celeste que pronto abrió el marcador. Cerca del ecuador del primer período, un pase al hueco para Samu Corral acabó en los pies de Darío Guti que supo ver a Javilillo que, a puerta vacía, llevó el delirio a su equipo. Sin duda un balón de oxígeno para la moral de un conjunto que ahora se sentía cómodo, movía el balón con calidad y sobre todo no sufría cerca de su área.

El Bermeo acusó el golpe y la defensa celeste dio un paso adelante. Segura y Dani crecían en el mediocentro, Admonio ejercía su autoridad en defensa y jugadores como Darío Guti o Samu Corral llevaban mucho peligro. Javilillo, sin duda el más destacado, de vaselina, a punto estuvo de hacer el segundo de la tarde y sólo cerca del descanso los locales parecieron reaccionar pero ya El Ejido estaba compacto y no daba concesiones.

La salida en el segundo acto no fue precisamente la mejor. Quizás el equipo se había relajado y fruto de esta menor tensión Dorrio aprovechó un grave error en la zaga para de fuerte zapatazo restablecer la igualada.

El equipo almeriense debía mantener la calma y el Bermeo quería soñar. El árbitro seguía dejando jugar en exceso y ese ritmo a veces vertiginoso podía crear alguna duda.

Todo quedó disipado cuando en una acción a balón parado Javilillo botó una falta lateral para el remate de cabeza de Segura que se alojó al fondo de las mallas. Ahí acabó la eliminatoria. El técnico Alberto González quiso dar descanso a jugadores importantes pensando en las siguientes rondas. En el tramo final, el Bermeo quiso buscar la honrilla de hacerse con el triunfo y al final pudo conseguirlo.

El Ejido, algo descentrado por la actuación arbitral y con la eliminatoria ya sentenciada, dio aire a un rival que primero igualó desde los once metros. Cuando ya se daba el empate por definitivo, en una última acción el central Santamaría aprovechó un balón dentro del área para al menos dar una alegría a la parroquia. Esta no era la misma que tenía el conjunto ejidense, con derecho para soñar.

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