El Ejido lo deja medio atado

Un resultado importante para afrontar la vuelta, que será el próximo sábado, a las 18.30 h., en tierras bermeotarras, a donde los ejidenses irán sabedores de que el hecho de mantener la puerta a cero da una gran ventaja, pero quedan 90 minutos más por jugarse.

La clave

Después se dio cuenta de que había cedido demasiado y que no había sido el de siempre, acordándose de que se había clasificado por méritos propios y habiendo desmembrado a muchos equipos visitantes en Santo Domingo. Además, Juan Martín era rey del centro del campo, tiró fuera tras recuperar un esférico y después puso un balón de oro a Zulueta, que superó a García en su salida pero que cruzó demasiado.

El posible 0-1 fue lo que ha activó del todo el siguiente modo de juego, el de la alta velocidad, con el que llegaron varias ocasiones claras y dos goles. Hasta ese momento había habido sólo una dejada con el pecho de Samu Corral que a Javilillo, en ventaja, se le fue larga. El ritmo de juego, en todo caso, estaba siendo muy alto, sin apenas interrupciones, y Darío Guti a pase de Dani Espinar, marca de la casa, pero mandó Arkaitz a córner en el mano a mano.

Ya estaba desatado el poder atacante celeste y el propio Espinar por poco hizo el primero en el balón balón colgado desde la esquina. Tras varios rechaces, y cuando se cantaba el tanto en la grada, sacó bajo palos Jagoba. Había pasado sólo un cuarto de hora y el partido estaba maduro. Javilillo rompió, Darío Guti la puso al carril del centro y Alfonso corrió, mostrando la conexión temible de los ejidenses. Antes del primero David Fernández puso un balón perpendicular que peinó Rubén Guti.

El premio del gol debía llegar y lo hizo acto seguido, con una gran conducción de Darío Guti para poner un cuero a la entrada por la derecha de Javilillo. El de Santa María del Águila tuvo tiempo y sangre fría para cruzar a la red y darle mucha más confianza a su equipo en el minuto 25. No supo reaccionar muy bien el Bermeo, y Rubén Guti robó ante Íker Amorrortu pegado a la banda, levantó la cabeza y puso el cuero en largo a las botas de Samu Corral.

Sentencia

Ayudó que midiera fatal Santamaría, último hombre de la defensa, y el ariete granadino se quedó solo para poder elegir si por arriba o por abajo. Fue lo segundo y encontró el camino a la red para el 2-0 en el 32. Entró la tercera marcha de juego del CD El Ejido, más pausada, pero Dani Espinar incrustado en la defensa abrió a banda, dejó correr en autopase Darío Guti, y pletórico de fuerza el vicario ganó a Andoni para llegar a la frontal.

Generoso, y viéndose sin fuerzas para culminar tras correr y pelear 60 metros, con el exterior puso en bandeja el 3-0 a Samu Corral, libre de marca y a puerta vacía. Las señas de identidad del equipo habían sido las idóneas en una primera parte en la que todos los jugadores estuvieron perfectos, interpretando una sinfonía que ponía la eliminatoria de cara. Eso sí, quedaba toda la segunda mitad pero el Bermeo se fue al vestuario agradeciendo que llegara el descanso.

A buscar el honor

De inicio el cuadro vasco introdujo a Alatz por Ispizua, mandando a hacer de lateral a Jagoba. Quiso buscar al menos un gol que le diera más opciones en casa al conjunto txo, pero se mantuvo sobria la defensa ejidense concediendo sólo dos tiros a puerta, ambos fuera de los tres palos. El primero fue una dejada de Atatz a Juan Martín en el 54 y el segundo un cabezazo tímido del propio Alatz en el 77, si bien la mejor opción fue un cuero en el área pequeña que primero Dani Espinar y después Gomis no dejaron rematar a Josue, eso en el 68.

Por el lado de los de Alberto González, que prefirió conservar el 3-0 y aguantar al Bermeo en su presión más insistente que matar del todo la eliminatoria, Rubén Guti talonó mal para chutar arriba en el 51. Además, hubo una jugada de gran calidad de Paquito con pase atrás interceptado por la defensa al poco de salir. El viento en contra se sumó al cansancio y no hubo más opciones para el póker. El Bermeo tuvo poca pólvora, pero sobre todo ninguna claridad arriba.