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Una de las escenas más brutales y tensas se produce cuando destrozan a golpes un coche a escasos metros del público.
La Fura inquieta al público con la vuelta a su ‘ADN’

La Fura inquieta al público con la vuelta a su ‘ADN’

Los más oscuros instintos del ser humano se dan cita en el nuevo estreno con el que la compañía catalana vuelve a su origen, desde el 40 Festival de Teatro de El Ejido

Elizabeth De la Cruz

Domingo, 11 de junio 2017, 19:33

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La Fura dels Baus es transgresión, la vuelta a los más oscuros instintos primarios, a todo aquello que en una sociedad como la de hoy, provoca estupor, cierta vergüenza, asco y flaqueza, pero que la compañía catalana sabe bien cómo hacer sentir, a través de la emoción directa, a su fiel y aventurero público que no tuvo más que dejarse llevar por lo vivido en las dos funciones previstas del estreno nacional de ADN, desde el 40 Festival de Teatro de El Ejido. Centenares de espectadores acudieron tanto a la función prevista en la noche del viernes como la del sábado, desde el Pabellón de Deportes de El Ejido, con cierto temor y expectación ante lo que durante una hora tendrían que experimentar y sentir. Y vaya si lo hicieron.

ADN es la vuelta al origen de la compañía, un homenaje a través de una recopilación de tres de las más brutales producciones de La Fura, como lo son Accions, Suz-o-Suz y Tier Mon. Sin opción a estar sentado en la grada, el público se convierte más que nunca en testigo directo de una sucesión de escenas de lo más impactantes, a pie de pista y con la sensación de que la sangre, el agua, el fuego, la arena, el polvo o los cristales van a dañarle en cualquier momento. Porque en ADN el teatro es sinónimo de experimento. Con la vuelta a lo analógico, a modo casi de película, la compañía arranca de forma impactante al destrozar un vehículo en el centro de la pista, con los espectadores a apenas unos escasos metros, e incluso los más valientes, a unos escasos centímetros. Los cristales saltan por el aire, mientras tres de los intérpretes revientan a golpe de mazo, con un hacha, un bate y hasta con las propias manos, un vehículo del que apenas cinco minutos después, ya no quedan ni sus puertas. Ni siquiera el techo se libra de semejante batalla, ante la cara de sorpresa y estupor de los presentes.

El agua y el fuego, la mujer y el hombre, dan paso a la siguiente escena del arriesgado montaje con el que La Fura dels Baus quiere rendir homenaje a su propia esencia, al mismo tiempo que trasladar a las nuevas generaciones, esas que no vivieron -o apenas lo hicieron- los tiempos analógicos, conozcan en qué consiste exactamente el lenguaje furero. Un lenguaje cargado de mensaje aunque en la mayoría de ocasiones no se emita ni una sola palabra, pero que a buen seguro, siempre consigue una cosa, evocar emociones al público, hacer sentir, experimentar y tocar las más bajas pasiones, los miedos, los deseos, los pecados.

Sangre y vísceras

Pero sin duda uno de los momentos del espectáculo que causó más revuelo entre el público asistente a este estreno nacional de La Fura desde El Ejido, fue el de la sangre y las vísceras. Sobre el coche destrozado, tres mujeres frotan sus cuerpos con vísceras de animales, y de una forma provocadora, casi sexual, con la que parecen disfrutar de su tacto, su sabor, ya que incluso se las comen, mientras concluyen vertiendo sobre sí mismas aún más sangre. Una escena que hizo tragar saliva a los espectadores más escrupulosos.

Tras semejante escena, otra no menos intensa y evocadora de sensación de asco a la par que tristeza, sacudió al público del 40 Festival de Teatro de El Ejido. Cual ganado en su jaula, preso de una cadena de la que jamás podrá escapar, los actores de La Fura dejaron al descubierto sus más bajos instintos, para posteriormente cerrar con una explosión de color sobre un mural en el que tres intérpretes daban forma con sus propios cuerpos, para terminar con un chorro de agua fría que todo lo limpia, todo lo elimina, que los tumba en el suelo. Eso es La Fura. Y así volvió este fin de semana a su ADN, con un estreno nacional que eligió la clausura del 40 Festival de Teatro de El Ejido para sorprender a sus seguidores, e impactar a los que vienen.

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