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Raphael pisa fuerte en El Ejido

Raphael pisa fuerte en El Ejido

Apenas pasaban diez minutos de las diez y media de la noche del miércoles cuando Raphael hacía acto de presencia en el gran escenario ubicado en el centro del campo de fútbol del Estadio Municipal de Santo Domingo en El Ejido.

Elizabeth de la Cruz

Jueves, 21 de abril 2016, 12:46

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Era su 'Gran noche', y la primera además en este municipio almeriense, al que poco después saludaría y le diría «de corazón» que seguro volverá a esta tierra del Poniente Almeriense que a sus 70 años de edad, descubría en el marco de su gira tras más de 50 años de trayectoria, y a la que asistieron unas 3.000 personas en una noche en la que demostró que 'Digan lo que digan' aún le queda cuerda para rato, porque la voz y la actitud siguen siendo seña de identidad del artista jienense.

De riguroso negro y luciendo esa cabellera que le identifica acompañado de esos gestos dramáticos sin duda inconfundibles, Raphael hacía su entrada y el público ya estaba en pie, tanto a pie de campo como el que se encontraba en las gradas del estadio, y con 'Despertar al amor' tampoco hubo opción de que se quedaran sentados. Porque el cantante sigue levantando pasiones sobre todo entre el público de mediana y mayor edad, que en algunos casos incluso no podía reprimirse las ganas de acompañar todos y cada uno de los temas que interpretó el artista, con movimientos de brazos acompasados y bailes imposibles desde la propia silla.

Pero no fue hasta concluir su conocido éxito 'Despertar al amor', cuando Raphael saludó a El Ejido, asegurando «estar muy feliz de poder estar aquí por primera vez». Tanto es así, que expresó, «y lo digo de corazón, seguro que no será la última vez». De nuevo su público se entregaba y es que en esa intensidad de una noche íntima en la que se pudo disfrutar de su esencia al cien por cien, con temas como 'Poco a poco' o 'Ella' el artista levantaba una y otra vez de sus asientos a los presentes, para crecerse al máximo con otra de sus canciones más conocidas 'La canción del trabajo' o su tan exitosa 'Provocación', que era interrumpida por un fuerte y entregado aplauso.

Porque seguidamente Raphael hacía evidente con 'Yo sigo siendo aquel', que es el artista de siempre, de carácter fuerte y claro, incluso en ocasiones por qué no decirlo, algo 'canalla', porque su seguridad y su fuerza sobre el escenario también le han valido esa carrera repleta de éxitos y esa superación personal en su vida personal y privada. «Dudo de que un artista tenga un repertorio tan bueno y tan largo como el mío», sentenciaba a modo de broma. «Más de 1.500 temas», especificó.

Por eso no pudo dejar pasar la oportunidad de agradecer a su compositor, Manuel Alejandro, la posibilidad que le brindaba de trabajar juntos de nuevo tras 28 años separados. «Yo no soy compositor, lamentablemente, pero al menos tengo al mejor», decía orgulloso.

Pero con otros temas como 'Discúlpame' o 'Adoro', Raphael mostró su tono más íntimo y dulce a un público que cuando llegó la hora de 'Maravilloso corazón' o 'En carne viva' ya no pudo disimular su emoción.

Tres horas

Así durante más de tres horas el artista interpretó más de 45 de sus grandes éxitos, para ir poco a poco, y de una forma casi paulatina, despidiéndose de El Ejido con 'Y fuimos dos' o 'Para volver a volver'.

Sin embargo, no fue prácticamente hasta el final de la 'Gran Noche' de Raphael cuando los presentes pudieron disfrutar al fin de 'Escándalo', sin duda la canción con más seña y bandera del jienense allá por donde pisa.

Poco a poco los asistentes que se encontraban sentados en las gradas fueron poniéndose en pie, al igual que lo hacían los que se situaban a pie de campo, ofreciendo un ambiente más íntimo y cercano en esta primera cita y encuentro de Raphael con el pueblo de El Ejido.

Eso sí, el broche final llegó con 'Qué sabe nadie' y 'Como yo te amo', que lograron emocionar a sus seguidores. Y es que a pesar de que el artista no es muy dado a entablar excesivos diálogos con el público en sus conciertos, tampoco lo necesitaba porque con todos y cada uno de sus movimientos de cuerpo y de voz, hizo partícipe a El Ejido.

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