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Un trío de ases muy ‘Lastres’

Un trío de ases muy ‘Lastres’

Tres mujeres, tres amigas y tres 'Lastres'. Lucía -Ana Fernández-, Teresa -Marta Belenguer- y Concha -Anabel Alonso- son tres amigas cuarentonas que se conocen desde la infancia y que un buen día deciden que es hora de «poner las cosas en su sitio» y quedar para verse tras siete años y dos meses sin saber nada de sus vidas.

Elizabeth de la Cruz

Jueves, 21 de abril 2016, 12:50

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Así arranca este montaje de Jorge Roelas que bajo la dirección de Heidi Steinhardt sencillamente encantó al público del XXXVI Festival de Teatro de El Ejido.

Porque en la noche del viernes, y durante algo más de hora y media, ningún espectador fue capaz de perder detalle de esta particular historia de tres amigas tan distintas como exageradas e incluso algo arpías, que llevan el humor hasta el llanto que provoca sin duda, el ingenio de sus ocurrencias que hacen directamente desternillarse de risa a los asistentes, a través de temas que tocan problemas de la propia vida como la crueldad o la intolerancia y la incomprensión que a menudo suscitan.

La insuperable Anabel Alonso que interpretaba a Concha, era la encargada de ponerle mote a este variopinto trío, «la tonta, la gorda y la guarra», fueron sus propias palabras. En su caso, una mujer que no se corta ni un pelo en decir lo que piensa sin tener nunca en cuenta de aquellos que son objeto de sus críticas. Eso sin mirar hacia dentro de sí misma, a través de este personaje extravagante y en ocasiones explosivo, Anabel vuelve a demostrar por qué es una de las reinas de la comedia española.

Ana Fernández es la encargada de encarnar a Lucía, una mujer que en su adolescencia tuvo que soportar las burlas de todos, y en especial de sus dos 'amigas', por tener sobrepeso. Sin embargo, tras más de siete años sin verse entre ellas, Lucía está estupenda, ha adelgazado más de cuarenta kilos y está más que preparada para pedir cuentas a sus antiguas amigas. Un personaje que se mueve desde la piedad que logra arrancar del espectador hasta la sorpresa del giro inesperado que luego se advierte, y que lleva a un final algo trágico que a priori no parecía que iba a producirse.

Y Marta Belenguer da vida de un modo increíble a Teresa, una mujer algo promiscua. Nunca se gustó a sí misma, reconocía que de niña era muy fea, y por eso siempre buscó agradar a los hombres mediante el sexo y con un sinfín de numerosas operaciones de estética que por el contrario, no han hecho que encuentre el amor tal y como ella pensaba que ocurriría. Este trío de 'Lastres' protagoniza así un encuentro delirante a cada instante y repleto de rencores, cinismo, pero también mucho humor y chiste fácil que mantiene en todo momento al público pendiente de sus vivencias y ocurrencias, para sorprenderlo con entrañables instantes como la escena del expresivo baile de la canción de Raffaella Carrà, 'Explota mi corazón', que por cierto, hizo llorar de risa a unos espectadores entregados que no pudieron frenar su impulso de interrumpir varias veces el espectáculo con sus aplausos.

Las hijas

Lo más gracioso o irónico de todo es que estas tres amigas de la infancia también tuvieron tres hijas que se han encargado de seguir sus pasos. Y es que ese es el detonante para que Lucía tomase la decisión de invitar a su casa a Concha y Teresa, donde los giros y las vueltas son constantes hasta que finalmente se produce el desenlace.

Un espectáculo ligero, ameno y que se hace intenso a la vez que fácil para dejar con más que un buen sabor de boca a los asistentes. Y todo con un texto inteligente al mismo tiempo que repleto de ironía, sarcasmo y mucho sentido del humor que conecta con el público desde el primer minuto para que cuando la función termine, el objetivo de haberle hecho pasar un buen rato se haya cumplido con creces. De hecho, el Auditorio de El Ejido respondió a 'Lastres' con un lleno absoluto y con una larga ovación y aplausos que no cesaron durante varios minutos tras la magnífica actuación de sus tres grandiosas protagonistas.

Y es que como toda historia que se precie de 'Lastres' puede sacarse una moraleja o simplemente una lección para la vida. Porque sea como fuere, hay cosas que parece que nunca cambian y a pesar de los errores o de los defectos y carencias humanas que puedan tenerse, siempre puede haber cabida para tomarse la vida con humor, y saber aprender de cada paso, de cada logro o de cada fracaso con la misma fuerza y energía que Anabel Alonso, Ana Fernández y Marta Belenguer consiguen demostrarlo a través de Concha, Lucía y Teresa, para divertir y encandilar al publico del Festival de Teatro de El Ejido.

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