Nueva oleada de robos en invernaderos y fincas de Balerma

Es el testimonio de lo que le ha ocurrido a David Fernández, vecino y agricultor de Balerma en El Ejido, quien a través de la organización agraria COAG ha querido denunciar el último robo que ha sufrido en su explotación, aunque como deja claro, no ha sido el único.

Porque como prosigue en su relato, «el jueves Santo nos quitaron el goteo que puse nuevo en septiembre, aunque no nos dimos cuenta hasta el sábado. Me han rajado la tela, se han llevado las válvulas, los filtros principales y toda la grifería que es lo último que podríamos pensar que robarían».

Unos hechos, que como concretaba este agricultor, fueron denunciados ante la Guardia Civil, momento en el que asegura que tuvo constancia de que se habían producido hurtos similares en este núcleo ejidense en al menos cinco explotaciones más. «Concretamente ea mi vecino de abajo también le han quitado la abonadora, la goma de sulfatar, la tapa de los palos de toda la banda así como restos de abonos y sulfatos». Es por esta razón por la que este agricultor del municipio solicita a la «administración competente que refuerce la seguridad porque no podemos vivir con este miedo y esta incertidumbre de no saber qué nos vamos a encontrar al día siguiente cuando llegamos a nuestra finca», señala.

Repunte

En este sentido, y como vuelven a recordar desde la organización agraria COAG, hace apenas una semana se volvía a advertir a la subdelegación del Gobierno en Almería a través de una nota de prensa y solicitando al mismo tiempo una reunión por el repunte de robos que está produciéndose en las explotaciones agrícolas y ganaderas de la provincia, que se reforzase la seguridad de cara a los días festivos para evitar el aumento de robos que finalmente se ha producido, denuncian desde COAG.

Unas peticiones de las cuales «han vuelto a hacer caso omiso», según asegura el secretario provincial de COAG, Andrés Góngora, quien insiste en la idea de que «los agricultores y ganaderos no pueden estar pendientes de día y de noche de sus explotaciones por lo que es imprescindible que se refuerce la seguridad y que, además, se hagan controles más exhaustivos en los centros de venta de los materiales robados».

Y es que a juicio de Góngora, «los controles no solo se tienen que realizar por la mañana, sino que es importante que se realicen por la noche que es, principalmente, cuando actúan los ladrones».

Sin embargo, desde la organización agraria también han querido recordar que «aquellas personas que compren material de segunda mano deben comprobar que éste no es robado exigiendo al vendedor su correspondiente factura de compra, ya que aquellos que adquieran material robado también están incurriendo en un delito», matiza Góngora.

En cualquier caso para COAG, «la pasividad de la Administración y las penas irrisorias que impone la justicia hacen que los ladrones se sientan impunes». Porque como dejan claro desde la organización, «lo que no se puede permitir es que los agricultores y ganaderos piensen en tomarse la justicia por su mano ante la indefensión a la que se enfrentan», expresa Góngoray reitera además la necesidad de que quienes hayan sufrido un robo en su explotación denuncien «por pequeño que sea».

Hace apenas diez días, la Guardia Civil detenía también a dos hombres por el robo de una estructura de un invernadero en el municipio que estaba pendiente de montaje, y que pretendían vender como chatarra. Una situación que no para de repetirse en El Ejido.